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Condena de un millón de euros a un cirujano por dejar parapléjico a un paciente

El afectado acudió a la clínica de la mutua privada para operarse de una hernia discal

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a un neurocirujano de una clínica privada a indemnizar con más de un millón de euros a José Guillén Sánchez, por dejarle parapléjico tras una operación de hernia. La suma será abonada por las compañías de seguros. Los jueces consideran que el resultado de la operación, realizada en la clínica Nuestra Señora de América de Madrid, fue "desproporcionado" y se debió a la "penuria negligente" de medios del médico. Además, según los jueces, no consta que el hombre fuera informado del riesgo de la operación.

José Guillén estaba a punto de cumplir 51 años cuando entró en el quirófano el 16 de septiembre de 2000. Llevaba desde 1997 con problemas de lumbalgia que no se le quitaban y que le impedían realizar con normalidad su trabajo, primero en la construcción y luego en una empresa de artes gráficas. Pero el resultado de la operación fue mucho peor: un "síndrome de cola de caballo bilateral [lesión en los nervios de la médula] con necesidad de silla de ruedas, afectación de esfínteres con afectación axional muy severa", según la sentencia de 30 de septiembre de 2004.

La intervención quirúrgica era el único medio para atender al paciente después de que hubiera fallado el tratamiento con fármacos, recoge la sentencia. Pero su resultado fue "no sólo nulo, sino totalmente desproporcionado". Este "mal resultado, por su desproporción con lo que es usual comparativamente, según las reglas de la experiencia y el sentido común" permite deducir "la penuria negligente de los medios empleados, según el estado de la ciencia y las circunstancias de tiempo y lugar, o el descuido en su conveniente y temporánea utilización", añade la sentencia.

Además, los médicos no han podido probar que diera un consentimiento informado, porque la aprobación que firmó para el anestesista no vale para el neurólogo, según la sentencia.

"No cabe duda, a la vista de la situación clínica del actor, antes y posteriormente a la intervención, que nos hallaríamos precisamente ante esta situación de resultado desproporcionado o de daño enorme para el paciente", concluye la juez.

Guillén resume esta situación con sus propias palabras: "Me han hecho polvo. Primero no podía ni incorporarme. Pasé cuatro meses en el Hospital de Parapléjicos de Toledo, donde aprendí a desarrollar los brazos para manejarme, y tuve que estar más de un año sondado. Ahora ya me sondo yo solo, unas cuatro veces al día, según la ingesta de líquidos. Para el resto tengo que usar pañales", explica desde la casa de su hija soltera en Alcalá de Henares, donde pasa temporadas con su esposa.

"El resto del año estamos en el pueblo, en Villahermosa (Ciudad Real). Veo la tele, salgo y doy paseos con la silla de ruedas. Lo único que puedo hacer es tener cuidado: con las llagas, con los focos de calor -no puedo meterme en agua muy caliente porque no noto si me quemo-, tengo que estar pendiente de las medias para evitar la tromboflebitis... No tengo más remedio que resignarme", dice.

La condena es de las mayores dictadas en España por una negligencia médica. Pero Guillén ha tenido que luchar por la sentencia. El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Madrid desestimó una demanda el 31 de marzo de 2003, por lo que el abogado Damián Tapia, del despacho Lista de Madrid, apeló. El letrado explica que la sentencia todavía es recurrible, pero cree "muy difícil" que el Supremo lo acepte. "En cualquier caso, es ejecutable [los demandados tienen que pagar]", explica Tapia.

El cálculo de la indemnización se ha basado en el baremo que existe para los accidentes de tráfico, porque todavía no existe una tabla similar para los casos de negligencia médica. Precisamente la ministra de Sanidad, Elena Salgado, anunció el martes que estaba negociando con las compañías de seguros y el Ministerio de Justicia la elaboración de una.

Las principales partidas que se incluyen, hasta alcanzar los 1.013.857 euros de la indemnización se desglosan en: 246.252 como "indemnización básica por secuelas permanentes"; 274.206 para la ayuda de otra persona; 68.651 para adecuación de la vivienda para que pueda entrar una silla de ruedas; 102.977 por perjuicios morales de familiares y 142.456 por intereses desde que empezó el proceso. El resto corresponde a la incapacidad laboral temporal, daños morales y gastos médicos.

La sentencia condena "solidariamente" al neurocirujano Ángel Muñoz Jiménez, la mutua laboral Mutual Cyclops y las compañías de seguros Winterthur y St. Paul Insurance.

José Guillén y su esposa, en Alcalá de Henares (Madrid).
José Guillén y su esposa, en Alcalá de Henares (Madrid).RICARDO GUTIÉRREZ

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