Toro y Zouhier mantienen igual firmeza en el careo
Uno de los presuntos responsables de la trama de explosivos de Asturias vinculada con los atentados del 11-M, Antonio Toro, mantuvo ayer un tenso careo con el confidente de la Guardia Civil para temas de droga Rafa Zouhier. Ambos están imputados por delito de colaboración con banda terrorista en la causa que instruye el juez Juan del Olmo por los atentados del 11-M.
Zouhier había explicado en su quinta declaración ante el juez el pasado 11 de noviembre que el 13 de marzo, es decir, dos días después de los atentados de los trenes de la muerte, tuvo una conversación con Antonio Toro en el interior de un Renault Clio en Asturias. En esa conversación, según Zouhier, Toro reconoció que su cuñado, en referencia al ex minero y también imputado José Emilio Suárez Trashorras, estaba muy nervioso porque "los moros" habían podido cometer el atentado.
Toro ha negado estos extremos y por tanto el juez ordenó la realización del careo. De la confrontación entre los imputados, el juez ha hecho constar en el procedimiento que ambos han mostrado "igual firmeza".
El careo entre José Emilio Suárez Trashorras con Zouhier sobre el mismo asunto se ha aplazado hasta mañana, a la espera de otras diligencias que puedan corroborar alguna de las versiones.
Lavandero "arrasó"
El martes, Toro y su cuñado José Emilio Suárez Trashorras mantuvieron careos con el confidente Lavandero, al que el juez le ha otorgado el estatuto de testigo protegido.
El objeto del careo eran las afirmaciones del confidente sobre la existencia de una mafia organizada en Asturias, dirigida por Suárez y Toro, que traficaba con explosivos y que buscaba a una persona para elaborar bombas activadas mediante teléfonos móviles.
Fuentes que presenciaron los careos manifestaron que Lavandero mantuvo una postura mucho más firme que la de sus oponentes y en concreto señalaron: "Lavandero arrasó".
En el curso del careo, Suárez llegó a llamar "delincuente" al testigo protegido y negó los hechos expuestos por éste, quien abrumó con datos al ex minero.
El careo del confidente Lavandero con Toro tuvo un tono más tranquilo, si bien el imputado negó todos los extremos relativos a la existencia de la mafia de tráfico de explosivos en Asturias, aunque tuvo que recular ante los datos proporcionados por el testigo.
Hoy está previsto que declaren nuevos testigos sobre la trama de los explosivos.
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