Migasa engorda con las crisis ajenas
Con La Masía, Ybarra, Mueloliva y Salgado se convierte en el segundo grupo aceitero
Miguel Gallego (Migasa) ya es el segundo grupo aceitero de España basado en una doble estrategia de crecimiento. Lo que nació como una empresa familiar hoy tiene en su seno a Aceites La Masía, adquirida a Unilever, y a los grupos Ybarra, Mueloliva y Salgado mediante una política de sociedades conjuntas. Común denominador ha sido su capacidad para aglutinar en una sola mano empresas en crisis de un sector con problemas.
Mediante su política de compras y de acuerdos con otras empresas logrará alcanzar una facturación de entre 450 y 500 millones de euros
Esta política de compras y, sobre todo, de acuerdos con otras empresas en dificultades, ha supuesto a la firma sevillana la posibilidad de formar un grupo aceitero con una facturación de entre 450 y 500 millones de euros, solamente por detrás de Sos (Koipe-Carbonell).
"Conocemos el mercado del aceite, desde la producción a la comercialización, y podemos aportar, aparte de recursos financieros, materia prima y experiencia para relanzar marcas y tratar de recuperar cuotas de mercado para aceites de calidad. Es lo que hemos tratado de hacer con Ybarra o Salgado y lo que queremos repetir en el caso de Mueloliva", señala el presidente de Migasa, Diego Gallego.
Migasa es uno de los grupos aceiteros que han experimentado un mayor cambio en los últimos años. De ser una empresa dedicada fundamentalmente a extracción y refinado de aceites, en los últimos años ha llevado a cabo un importante proceso de incursión en el mercado de los envasados, que ya supone el 20% de sus ventas, aunque los graneles representan todavía el 80% de las mismas. La exportación significa el 20% de su facturación.
Con La Masía como base, el grupo se halla inmerso igualmente en un proceso de cambios con la puesta en marcha de una nueva línea de alimentos funcionales en aceites y margarinas bajo el eslogan "Cuídate".
Un común denominador en el crecimiento del grupo sevillano es que el mismo se ha hecho como consecuencia de la situación de crisis que afectaba a varias firmas, según coinciden en señalar empresarios del sector, por la presión de la gran distribución para ofertar aceites baratos como gancho para la cesta de la compra. Esta estrategia, denunciada desde la Asociación de Envasadores a través de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas, supuso dificultades para las empresas que apoyaban su política en la marca propia frente a la marca blanca o de la distribución.
La primera acción en la estrategia de crecimiento de Migasa se produjo en 1996 mediante un acuerdo de asociación con la firma sevillana Ybarra por el que se ponía en marcha una estrategia para la explotación y comercialización conjunta de las marcas de aceite. Ambos grupos constituyeron Aceites Ybarra y, posteriormente, Olemasía.
La segunda gran operación del grupo la acometió Migasa en 2001 con la compra de La Masía a la multinacional Unilever. Aunque no se hicieron públicas las cifras sobre esta operación, se estima que ésta tuvo un coste para la sociedad sevillana cercano a los 24 millones de euros. Con esta compra, Migasa hizo su entrada con fuerza en el segmento de los aceites envasados con marca consolidada, fundamentalmente en la costa mediterránea, aunque, a la vista del comportamiento de los mercados, en medios del sector se considera que la operación fue costosa.
Tras la suspensión de pagos de Salgado, Migasa constituyó con ese grupo otra sociedad dedicada a la exportación de aceites.
La última operación en esta estrategia de crecimiento se produjo en las últimas semanas con la empresa familiar cordobesa Mueloliva, quinta envasadora de España que opera fundamentalmente con sus propias marcas Mueloliva, Fuensol y Minerva, con una facturación de casi 70 millones de euros. Los problemas existentes en el sector por el predominio de las marcas blancas baratas con una cuota de mercado ya superior al 50%, supuso dificultades para la sociedad hasta poner en venta la aceitera en 2003.
Frente a otras ofertas de grupos privados y cooperativas, el grupo Migasa y Mueloliva llegaron a un acuerdo, calificado por ambas partes como una alianza estratégica que supone fundamentalmente una apuesta para la explotación conjunta de las marcas. Mueloliva y Migasa constituirán la sociedad conjunta Aceites Mueloliva, participada al 70% por Migasa y el 30% restante por la firma cordobesa, donde ambas partes aportan capital sólo para gestión y circulante. Migasa aportará a la sociedad el aceite para su envasado y comercialización. El objetivo de la nueva sociedad es reactivar las marcas y recuperar sus anteriores cuotas de mercado para poner fin a la situación de crisis sufrida en los últimos 12 meses.
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