La Generalitat creará polígonos para empresas catalanas en el Este y Asia

Europa del Este, el Magreb y Asia, con sus menores costes laborales, no sólo deben atraer a las grandes multinacionales. El Gobierno de la Generalitat quiere crear las condiciones para que también las empresas autóctonas, las de menor dimensión y capacidad para internacionalizarse, hinquen el diente a las regiones emergentes de mayor crecimiento.

El Gobierno catalán busca el apoyo de Cámaras de Comercio e instituciones financieras para crear polígonos industriales y de servicios en estas áreas, según anunció ayer el consejero de Comercio, Consumo y Turismo, Josep Huguet. El objetivo es que la economía catalana dé un "nuevo salto" para tener un papel en el mercado internacional, explicó Jordi Serret, director del Consorcio de Promoción Comercial de Cataluña (Copca). El Copca es el brazo de la Generalitat para internacionalizar la economía catalana, y en los presupuestos de 2005 se le dota de 42 millones de euros (un 20% más que en 2004).

Los polígonos -o, como los llama el Gobierno catalán, las áreas de aterrizaje o greenfields- se crearán para que las empresas, en principio de un mismo sector, para aprovechar sinergias, compartan un mismo espacio dotado de las infraestructuras, los apoyos logísticos, los servicios y la gestión empresarial necesaria.

"Se trata de una clonación de las condiciones de Cataluña en el extranjero", resumió el consejero Huguet. "Idealmente, serán polígonos industriales enteros", añadió el consejero de Comercio.

Serret explicó, por su parte, que la elección de Europa del Este y de países como Asia, India, Marruecos, Senegal o Turquía para localizar estas nuevas áreas se debe a que se trata de las áreas "donde todos sitúan los porcentajes de crecimiento más importantes".

Las áreas de aterrizaje son la propuesta estrella del Plan para la Internacionalización de la Economía de Cataluña 2005-2008, presentado ayer y cuyo principal reto es conseguir que las 600 empresas más internacionalizadas de la economía catalana se conviertan en multinacionales en los próximos cuatro años.

El plan pretende elevar de 12.000 a 15.000 el número de empresas catalanas que exportan, incrementar un 35% las exportaciones y conseguir una inversión en el extranjero de 25.000 millones de euros durante esta legislatura.