Nouvel presenta un proyecto de conexión de Valencia con los barrios marítimos, la huerta y el puerto
El proyecto estratégico del arquitecto francés abarca desde la Malva-rosa a Natzaret y La Punta
El prestigioso arquitecto francés Jean Nouvel presentó ayer una propuesta de desarrollo urbano del frente litoral de Valencia que busca "valorar todo lo que ya existe, mirándolo de otro modo y dándole más profundidad". Una estrategia de futuro "a la altura de la ambición" de una ciudad que está "en plena forma" y prepara la Copa del América. El proyecto de Nouvel conecta Valencia con el mar desde el "respeto" a la historia y carácter de El Cabanyal, con la puesta en valor de la playa de la Malva-rosa y de Natzaret, la integración de la huerta de La Punta y la articulación del conjunto con el puerto y esa "suntuosa anomalía que es el río verde" del Turia. Nouvel invitó a la "reflexión" sobre su plan, que exige el consenso social y político.
La propuesta gana zonas verdes y quiere llevar "el bosque hasta la playa"
El proyecto Valencia litoral de Jean Nouvel llega de la mano del asesor inmobiliario Ignacio Jiménez de Laiglesia, quien afirmó que pretende "generar una dinámica de diálogo en determinados espacios de terminación de la ciudad y su conexión con el mar" en un momento en que la ciudad gana protagonismo con la Copa del América. Esta estrategia de desarrollo urbano, que cuenta con la colaboración y el apoyo de destacados arquitectos españoles e internacionales, exigiría "un consenso muy importante" para ejecutarse y una perspectiva a largo plazo, de no menos de 15 años. El promotor de la iniciativa y el propio Nouvel presentaron ayer el proyecto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien saludó esta "reflexión llena de valores" y prometió estudiar su viabilidad. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, conocerá el plan la próxima semana, mientras que L'Oceanográfic acoge hoy una presentación pública de la iniciativa.
Nouvel, autor en España de la ampliación del Museo Reina Sofía en Madrid y la torre Agbar en Barcelona, explicó que a partir de la reflexión en torno a una franja litoral entre la Malva-rosa y Natzaret que abarca 1,8 millones de metros cuadrados propone un marco de integración de espacios urbanos diferentes, con su idiosincrasia e historia, con la idea de que "funcionen conjuntamente" y se desarrollen "desde la sensibilidad urbana". El arquitecto destacó el potencial de la zona nucleada en torno al puerto y la importancia de la conexión entre la ciudad y el mar antes de explicar los ejes principales del proyecto.
Así, Nouvel considera que la playa de la Malva-rosa debe "ser la punta de lanza" del turismo de Valencia, ganar atractivo a través de nuevos edificios de viviendas, hoteles y servicios existentes que sirvan de "puerta" y conexión a la zona urbana, en consonancia con su colorido y luz, y ofrecer equipamientos como nuevos pantalanes. Conectado así al mar, en El Cabanyal el arquitecto apuesta por "intervenciones suaves" y el "respeto" a su carácter e historia, lo que choca claramente con el proyecto que impulsa Barberá de prolongar la avenida de Blasco Ibáñez a través del barrio. Preguntado al respecto, Nouvel dijo que no le corresponde pronunciarse sobre una decisión tomada con anterioridad. "Yo he llegado ahora y trabajo con el material que hay", afirmó, al tiempo que abogó por actuar en El Cabanyal con respeto "y delicadeza". Jiménez de Laiglesia, por su parte, invitó a valorar el proyecto en su globalidad y no centrar la cuestión en la polémica sobre este barrio.
Para la zona urbana en torno al puerto y la dársena interior y sus tinglados, Nouvel habló de combinar nuevos edificios, espacios arquitectónicos "efímeros" para exposiciones, un gran auditorio "en forma de concha" para 5.000 personas, un hotel, una tribuna para seguir la Copa del América, un museo dedicado a la competición, una gran plaza y un mercado cubierto. La idea es "hacer vivir y sentir" el puerto, darle una nueva lectura estética y plasmar la convivencia entre un espacio portuario nuevo y la zona industrial de la infraestructura como una "única identidad de dinamismo". La zona de encuentro del Turia con el mar se reservaría para un desarrollo de terciario rodeado de vegetación, con una ampliación del cauce verde del río. Nouvel sitúa ahí la "verticalidad", con altos edificios o "agujas que dan ritmo", ganando así espacio verde para realzar el cauce del río y "una nueva playa para Natzaret". El arquitecto destacó la huerta como una expresión de la identidad de Valencia y abogó por integrarla como un gran parque en La Punta, rodeada de un barrio y preservando "valores arqueológicos" como la iglesia. La conexión de la ciudad con la desembocadura del Turia se presenta llena de vegetación y juegos de agua de modo que "el bosque llegue hasta la playa". La propuesta, cuya financiación no quiso definir Jiménez de Laiglesia por verlo prematuro -el coste sería de 2.000 millones de euros-, se abre al debate.
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