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Gallardón ficha a 20 'espías' para detectar fallos en el mobiliario urbano

La federación de organizaciones de disminuidos intelectuales elegirá a los empleados

El Ayuntamiento de Madrid va a crear la figura del observador urbano, un empleado municipal que informará a la Oficina de Centro de las incidencias en las calles de la ciudad. Para ello contratará en una primera fase a 20 personas con discapacidad intelectual a través de la Federación de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps). Esta organización y el Consistorio firmarán hoy el acuerdo de inserción laboral que permitirá poner en marcha el proyecto, para el que se ha destinado un presupuesto de unos 228.000 euros.

Los nuevos observadores urbanos trabajarán en 10 equipos, formados por parejas y supervisados por un tutor. Tres días por semana se patearán las calles de los distritos de Arganzuela, Centro, Chamberí, Retiro y Salamanca, los que forman la almendra central de la capital, y allí tomarán nota de todo lo que vean a su alrededor.

Con la información recogida, elaborarán una serie de fichas que se enviarán a las direcciones generales del Ayuntamiento que tengan las competencias sobre los servicios en los que hayan detectado alguna incidencia.

Entre las obligaciones de los nuevos empleados municipales estará vigilar el estado del mobiliario urbano (los bancos, las zonas de juego infantil, las marquesinas de los autobuses o los bolardos para impedir el aparcamiento en determinadas calles), las señales de tráfico, el alumbrado, el alcantarillado, fachadas de los edificios, la contaminación acústica, el estado del pavimento, de los jardines o el de fuentes y bocas de riego que puedan suponer fugas de agua, entre otras muchas actuaciones que afectan al estado de la ciudad y que no siempre llegan a la administración que debe encargarse de su reparación.

Apoyo de tutores

Para completar la actuación de los observadores urbanos, el Ayuntamiento contratará a 11 licenciados y un auxiliar administrativo. Los primeros actuarán de tutores de los observadores y los acompañarán en su recorrido por la ciudad. El auxiliar estará encargado de ayudarles a realizar los trámites burocráticos que implique su trabajo.

Además, los observadores urbanos recibirán formación durante los dos días de las semana que no estén en la calle. Así, recibirán clases de orientación laboral, para ayudarles a mantener su puesto de trabajo, pero también se les enseñará informática y habilidades sociales. El objetivo es que este empleo sirva a las personas discapacitadas como experiencia laboral, pero también mejorar su capacidad de ocupación.

El Programa Observador Urbano es un proyecto que ponen en marcha el Área de Economía y Participación Ciudadana, que dirige el consejero delegado Miguel Ángel Villanueva, y el Área de Empleo y Mujer, cuya titular es la concejal Ana Botella.

Ambos tienen previsto firmar hoy el convenio de inserción laboral con el presidente de Feaps, Enrique Agudo, que facilitará el empleo en una primera fase a 20 personas durante un máximo de nueve meses.

La idea con la que nace este proyecto es aunar por un lado la inserción laboral de personas discapacitadas con el cuidado y la calidad de vida de los distritos que forman la almendra central de la capital. El Programa Observadores Urbanos se encarga dentro de los servicios que desarrolla la Agencia para el Empleo de Madrid, en colaboración con la Comunidad Autónoma.

Pero se pone en marcha de la mano de la organización Feaps, que agrupa a las asociaciones que trabajan a favor de los discapacitados intelectuales y sus familias, y que aboga por una protección de la dependencia, basada en la promoción de su independencia, pero también la calidad de vida de esas personas y de sus familias. En la actualidad, Feaps atiende a 16.500 personas con discapacidad intelectual en la Comunidad de Madrid y tiene más de 31.000 socios, al acoger también a sus familiares.

La organización dispone de un código ético propio, que recoge como una de sus obligaciones la labor de promocionar y apoyar los pasos que "contribuyan a la vida más normalizada posible de cada persona, garantizando su calidad de vida y los apoyos necesarios" en el ámbito laboral, entre otros.

El Ayuntamiento de Madrid ya había puesto en marcha iniciativas similares a este proyecto, como el programa de mantenimiento de los espacios verdes de centros escolares, escuelas infantiles y diversas instalaciones municipales.

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