El Ayuntamiento y la oposición de Llíria apelan a la legalidad ante las firmas contrarias a una mezquita
La asociación Ashams para la Interculturalidad y el Acercamiento solicitó a mediados de octubre al Ayuntamiento de Llíria (Camp de Túria) la licencia de apertura de un local como centro de oración y de actividades culturales para la comunidad musulmana. La petición cosechó el rechazo de un sector de los vecinos, que ha presentado en el Consistorio un texto en contra de la ubicación del lugar de culto acompañado por 2.000 firmas, según fuentes municipales. Tanto el alcalde, Manuel Izquierdo, del PP, como el PSPV, principal partido de la oposición, apelaron ayer al "cumplimiento de la legalidad" como forma de solucionar el conflicto.
La capital del Camp de Túria tiene cerca de 14.500 habitantes. La comunidad musulmana suma 400 personas, en su mayor parte de origen marroquí. La intención de la asociación Ashams era habilitar un bajo situado en el número nueve de la calle Casaus como espacio para el rezo, pero también para desarrollar actividades culturales -como la enseñanza del castellano- encaminadas a facilitar la integración de los inmigrantes. El local tiene 100 metros cuadrados, y un aforo aproximado de 100 personas.
A pesar de coincidir en su apuesta por la aplicación de la ley, la respuesta de los responsables políticos presenta matices. El alcalde aseguró ayer estar a la espera de los informes técnicos del departamento de urbanismo antes de responder a la solicitud. "Si los informes son favorables", añadió, "no tendré más remedio que autorizarlo, aunque a mí me hubiera gustado una zona menos céntrica que no molestara tanto a los residentes".
Manuel Izquierdo descartó que detrás de la oposición vecinas se escondan actitudes xenófobas, y la comparó con la que podría despertar la ubicación "de un bar de copas".
La portavoz del PSPV en el Ayuntamiento, María José Pérez, defendió por su parte abordar el asunto "con normalidad y sin dramatismo", e hizo hincapié en que la decisión municipal debe cumplir con lo que prescriben las leyes y la Constitución. Ésta garantiza, en su artículo 16, la libertad de culto de los individuos y de las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público garantizado por la ley.
Pérez, que tampoco aprecia un transfondo xenófobo en la oposición a la mezquita, achacó la polémica a la falta de políticas sociales y de integración del gobierno del Partido Popular, del que dijo que, "después de un año y medio" al frente del Consistorio, "sólo se preocupa por la expansión urbanística".
El alcalde encontró también la forma de criticar a los socialistas al afirmar que "el actual gobierno está propiciando la llegada de inmigrantes, y eso tiene consecuencias", en referencia a la nueva normativa en materia de inmigración que prepara el Ejecutivo.
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