Urgencias masificadas
He leído en su periódico que la inmigración en la Comunidad Valenciana se cifra en más de 120.000 personas. Estas personas, por el trabajo que desempeñan tienen derecho a los pilares básicos de una sociedad moderna como son la Sanidad y la Educación. De hecho, he leído que se han repartido más de 110.000 tarjetas sanitarias con las que estas personas pueden beneficiarse del sistema sanitario que tenemos.
No pongo en duda este derecho que les asiste, pero me gustaría saber qué ha hecho la Consejería de Sanidad de esta Comunidad para gestionar no sólo este aumento de los posibles usuarios de su servicio sino también el aumento de la población no inmigrante, así como la afluencia de desplazados por un motivo (vacaciones...) u otro.
Como usuario del servicio de urgencias de Hospitales de Valencia capital, como el del Hospital La Fe o el del Hospital Peset, he sufrido en mis propias carnes una degradación paulatina de este servicio. La gota que ha colmado mi vaso, y el motivo por el que me animé a escribir esta carta, fue cuando el pasado día 6 de octubre tuve que acompañar a un familiar a una rutinaria consulta externa en el Hospital Peset. El facultativo que nos atendió, ante los síntomas graves del paciente (un dolor punzante en la zona inguinal), nos ordenó que nos acercáramos al servicio de urgencias para que le realizaran las pruebas analíticas necesarias para aclarar el correspondiente diagnóstico.
Entramos en el servicio de urgencias y allí empezó nuestra larga tortura. Después de cinco horas de espera, sí cinco, en una sala abarrotada de personas que habían acudido al servicio de urgencias por uno u otro motivo (gente con fiebre, vomitando, etc...), y tras nuestra insistencia, conseguimos que el propio facultativo de clasificación accediera, supongo que por lástima, a auscultar al enfermo y solicitarle las pruebas que requería.
A partir de aquí, de nuevo a la sala de espera hasta que se conocieron el resultado de las pruebas. En total estuvimos nueve horas, sentados la mayor parte de ellas en una confortable silla de plástico. Hacer pasar por esta experiencia a cualquier persona, no tiene nombre, pero si además se trata de una persona anciana y enferma, es del todo inhumano. Desgraciadamente lo que nos pasó no es un caso esporádico sino un botón de muestra de la masificación a la que se enfrentan los servicios de urgencia de nuestros hospitales.
Y me pregunto si la consejería es conocedora de la situación por la que atraviesan sus hospitales y si está invirtiendo los recursos suficientes para hacer frente a las necesidades de las personas que componemos la Comunidad. ¿Hasta cuándo tenemos que esperar los Valencianos de a pie para tener un servicio sanitario digno? No dudo que la Comunidad tiene que afrontar unos retos sociales inminentes (Copa del América, entre otros), pero a mi entender la sanidad es uno de los pilares básicos en donde se debe cimentar la sociedad del futuro. Por ello, me gustaría pedir a nuestros representantes políticos que dediquen más recursos para sanear y dignificar nuestro sistema de Salud.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.