Un estudio revela que el sobrepeso causa alteraciones en el músculo cardiaco
Las personas con sobrepeso, pero con el corazón aparentemente sano, presentan alteraciones en la estructura y el funcionamiento del músculo cardiaco que preparan el terreno para la insuficiencia cardiaca, según una nueva investigación publicada en la revista Circulation.
"El control de peso es una cuestión importante no sólo para el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o una presión arterial elevada, sino también para la función cardiaca", afirma Thomas H. Marwick, principal autor del estudio y profesor de medicina de la Universidad de Queensland en el Princess Alexandra Hospital de Brisbane (Australia).
Ninguno de los 69 hombres y las 73 mujeres que participaron en el estudio padecía enfermedad cardiovascular, tenía la presión arterial elevada, diabetes o síntomas conocidos de insuficiencia cardiaca (el fallo del corazón para bombear la sangre). Pero los investigadores descubrieron que las personas muy obesas tenían un corazón con problemas musculares para contraerse y dilatarse, a diferencia de lo que ocurría con las personas de peso normal.
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Efecto directo
"El estudio demostró que existe una relación directa entre el nivel de obesidad y el grado de disfunción miocárdica. El impacto era independiente de otros factores de riesgo tales como la hipertensión", afirma Marwick. "En nuestra opinión, esto indica que existe un efecto metabólico directo de la obesidad sobre el músculo cardiaco".
Usando un ecocardiograma convencional, los investigadores constataron que ninguno de los participantes padecía insuficiencia cardiaca. "Detectamos cambios sutiles que, creemos, suponen pasos hacia el desarrollo de insuficiencia cardiaca", señala Marwick. En la insuficiencia cardiaca, el corazón no bombea suficiente sangre a los órganos del cuerpo. Aunque la insuficiencia cardiaca pueda acabar afectando a todo el corazón, normalmente empieza en el ventrículo izquierdo, la cavidad más grande de este órgano, encargada de bombear la sangre al resto del cuerpo.
Dos de los resultados adicionales del estudio indican de qué manera podrían los médicos intervenir para ayudar a prevenir el desarrollo de insuficiencia cardiaca en pacientes obesos. En las pruebas realizadas en cintas de correr, los investigadores descubrieron que aquellos con peor función miocárdica tenían la peor capacidad para hacer ejercicio. Los que presentaban una mayor disfunción del músculo cardiaco también tenían niveles más elevados de insulina en ayunas, un dato indicativo de que el cuerpo no puede utilizar adecuadamente esta hormona. La resistencia a la insulina es un componente del síndrome metabólico que aumenta el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, ictus y diabetes tipo 2.
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