Perros de agua para tratar la timidez, el autismo y el síndrome de Down
El profesor Antonio García Pérez, de Ubrique (Cádiz), está convencido de que los perros sirven para mejorar el aprendizaje, superar problemas de timidez y tratar a niños con autismo o síndrome de Down. García Pérez utiliza perros de agua, una raza "muy inteligente y dócil", para sus clases. Su idea, que entregó en mano a la consejera de Educación, Cándida Martínez, es formar un grupo de alumnos con problemas de aprendizaje y conducta durante tres años para analizar cómo desarrollan sus capacidades gracias a la labor de los animales.
García Pérez ya ha experimentado su proyecto en colegios como el Benafelix de Ubrique. Los perros, previamente adiestrados, acuden a clase y realizan juegos con los niños. "Al principio, el perro juega con un niño cualquiera, quizás el líder del aula. Finalmente llega al pequeño más tímido o con problemas de comportamiento. Él no hace distinciones porque obedece a todos. Así, el niño ve que es igual a los demás", explica el profesor.
También atiende a los alumnos en el campo. Ahora trata a un niño autista de ocho años. "Ha aprendido a decirle al perro que suba o que baje, que corra o que se pare, y eso le llama mucho la atención por lo que le hace hablar e, incluso, mirar a los ojos de la gente, algo que antes no hacía".
El profesor espera ahora la respuesta definitiva de la Consejería de Educación para saber si puede sacar adelante su proyecto a largo plazo. Prevé que, al menos, dure tres años para que se puedan obtener resultados concluyentes. El niño aprenderá un vocabulario propio para indicar al can. En principio, irá destinado a pequeños con dificultades de aprendizaje, de conducta o psicomotoras. "Que un perro atienda sus órdenes, le llama mucho la atención y le hace que pierda sus esquemas de egocentrismo o de encerrarse en sí mismo", comenta.
La idea de Antonio García Pérez procede de su pasión por los perros de agua. A su docilidad se añade que, al tener lana en vez de pelo, no suelen producir alergias en el colegio. El animal integra a toda la clase porque su obediencia supera las discriminaciones: "Al perro le da igual si el niño es listo o no, si es el líder de la clase o es el más tímido. No tiene prejuicios".
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