El PSOE hará una intensa campaña a favor de la Constitución europea pero evitará los debates

El compromiso del PSOE y del Gobierno con la Constitución europea es absoluto y se verá en su intensa campaña de explicación sobre el significado de la Carta europea. Ahora bien, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prefiere que no haya debates, en sentido estricto, porque supondría el enfrentamiento con los partidos que van a propugnar el no en el referéndum del 20 de febrero y, sobre todo, les facilitaría la amplificación de sus propuestas. El PSOE, además, no hará de la participación en las urnas su caballo de batalla a sabiendas de que podría quedar desairado.

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, explicó en la mañana del sábado a sus compañeros del Comité Federal la importancia de la implicación de todo el partido en la divulgación de la Constitución europea. Zapatero pidió a su partido un esfuerzo para explicar la significación de la misma en la vida diaria de los ciudadanos y que se convenzan de que deben votarla el próximo 20 de febrero.

Ahora bien, todos apreciaron que explicación y movilización no tienen por qué llevar aparejada la celebración de debates públicos, a juicio del secretario general. "Debates no, sino pedagogía y divulgación". Esta precisión la realizó el presidente del Gobierno en respuesta a Juan Antonio Barrio de Penagos, de la corriente Izquierda Socialista, cuando éste apuntó la necesidad de celebrar debates. Antes, el responsable de Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, realizó una intervención muy aplaudida con una enfática petición a la movilización en favor de la Carta europea. "Hay que movilizarse, no nos lo van a regalar", aseguran que dijo Solana.

Precisamente porque los socialistas españoles vislumbran que la emoción por la Constitución europea puede quedar circunscrita a círculos reducidos, quiere evitar en lo posible "confusión y enfrentamiento", según fuentes de la ejecutiva. Y el enfrentamiento está asegurado si se celebran debates. Izquierda Unida-Izquierda Verde, ERC y el BNG van a propugnar el no a la Carta europea.

Sin dinero

Estos grupos ya se han quejado de la falta de financiación pública para hacer campaña, y la protesta se une al temor de que la campaña institucional del Gobierno encierre una llamada al sí. Desde luego, el PSOE lo va a pedir sin ambages. También es cierto que los socialistas pretendieron el cambio de la ley electoral para ampliar la financiación a los partidos no sólo en elecciones, sino también en referendos. El propio Zapatero se lo planteó al líder del PP, Mariano Rajoy. Éste se negó, y a pesar de que los grupos minoritarios han vuelto a insistir discretamente, tanto cerca del PSOE como del PP, no hay nada que hacer. Cada partido se financiará su sí o su no. El PSOE utilizará sus sedes o el marco de actos previstos y, por tanto, presupuestados para hacer su campaña. El grueso de la divulgación corresponderá al Gobierno.

Miembros de la dirección socialista señalaron que un dato excelente sería una participación en torno al 35% pero si no llega el PSOE y el Gobierno quedará más desairado cuanto más llamamiento a las urnas haya hecho.

Pero el calado y la aceptación de la campaña se irá viendo en las próximas semanas una vez que el responsable de Organización y coordinación del PSOE, José Blanco, tenga terminado su diseño en menos de diez días. Pero el primer acto ya está programado para el próximo fin de semana organizado por el PSOE y el Grupo Socialista Europeo. En la inauguración estarán la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, José Blanco y la eurodiputada Elena Valenciano. El portavoz parlamentario y el secretario general del Grupo Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba y Diego López Garrido, estarán en otras mesas . Zapatero protagonizará la clausura.

"Todos saben que nuestro voto será sí. Ahora nos toca dar a conocer nuestras razones", dijo Zapatero ante los suyos, y enumeró algunas de ellas: El proyecto europeo es bienestar, menos pobreza y menos criminalidad que en cualquier lugar del mundo. Solidaridad de los países más ricos con los demás; garantía de libertades; modelo social de crecimiento económico; política exterior y de seguridad común; educación y movilidad para nuestros jóvenes; valores comunes".