Qué haremos con los 2.500 millones que Aznar no nos pagó
El PP no quiere que Andalucía prospere. La prefieren pobre y necesitada porque es más manejable. Saben que a medida que avanzamos somos más libres. Porque aquí avanzamos todos, pero más los que menos, a diferencia de otros sitios donde gobiernan ellos, que ni avanzan todos y, si acaso, más los que más.
Cuando todavía no habían transcurrido dos meses desde la investidura del nuevo presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado día 10 de junio la Comisión Mixta Estado-Comunidad Autónoma de Andalucía alcanzó un acuerdo sobre el saldo de la deuda que el Estado había contraído con esta Comunidad por las insuficiencias que el anterior modelo de financiación había producido durante los años 1997 a 2001. Esta deuda quedó cifrada en 2.500.034.925 euros.
En sólo siete semanas, Zapatero devolvió a Andalucía lo que Aznar le negó durante siete años.
Una vez establecido el importe, la inmoral deuda que el Estado había contraído con nuestra comunidad adquirió carta de naturaleza mediante la aprobación del Real Decreto Ley 7/2004 de 27 de septiembre, a través del cual se aprueba un crédito extraordinario para atender el pago de la liquidación. Este Real Decreto Ley ha sido convalidado el pasado martes día 26 por el Congreso de los Diputados.
Una de las ventajas de esta política tacaña del PP es que hemos tenido que apañarnos con menos para hacer lo mismo
Este Real Decreto no ha sido apoyado por el Partido Popular en su tramite parlamentario. Un gesto que le honra en su coherencia: no quiere que Andalucía prospere. La prefieren pobre y necesitada porque es más manejable. Saben que a medida que avanzamos somos más libres. Porque aquí avanzamos todos pero más los que menos, a diferencia de otros sitios donde gobiernan ellos que ni avanzan todos y, si acaso, más los que más.
Se dice pronto, pero durante ese periodo, las entregas "a cuenta" que el anterior Gobierno pago a la comunidad autónoma fueron inferiores en 2.500.034.925 euros a las que nos correspondían. Es decir, nos dejó de enviar cerca de 7.000 millones de pesetas cada mes, para el funcionamiento ordinario de los servicios que presta al ciudadano la Junta de Andalucía, con el claro objetivo de limitarnos económicamente e impedirnos dar y mejorar estos servicios.
Quiero dejar claro que los 2.500 millones de euros que dejó de pagar el Gobierno del señor Aznar no se dejaron a deber a la Junta de Andalucia sino a los casi ocho millones de andaluces y andaluzas.
Pero los andaluces somos imaginativos y valientes. Aceptamos los retos y los reconvertimos en ventajas. Hacemos de la necesidad, virtud. Y una de las ventajas que hemos obtenido de esta política tacaña y torticera del PP es que hemos tenido que apañarnos con menos para hacer lo mismo, para seguir avanzando aun en situaciones de carencia y precariedad. Y así nos hemos adaptado al medio hostil y hemos hecho frente a nuestros objetivos sin apenas endeudarnos, al menos no más que aquellas autonomías que sí recibieron sus liquidaciones cuando les correspondía.
Lo reconoce el propio Banco de España, en su Boletín Económico Septiembre 2004. Según este informe nuestro endeudamiento equivalía en 1997 al 9,3% del producto interior bruto andaluz y ha ido descendiendo progresivamente hasta llegar al 7,3% en 2003, esto es, se ha reducido en dos puntos porcentuales en siete años.
Lo ponen de manifiesto también las agencias internacionales de calificación de riesgos como Standard & Poor's y Moody's, cuando confirman la calificación crediticia de la Junta de Andalucía y señalan que el rating otorgado refleja la solidez de los resultados presupuestarios y un nivel de endeudamiento moderado y decreciente.
Y así ahora, cuando la justicia y el Gobierno socialista nos lo ha devuelto todo junto, más de 2.500 millones de euros, la mayoría de ellos, 1.700 millones, podemos dedicarlos a grandes proyectos de inversión, y lo podemos hacer sencillamente porque los hemos ahorrado. Proyectos de inversión con un objetivo común: contribuir a generar riqueza colectiva, especialmente en Investigación y Desarrollo, en Infraestructuras y en Educación.
El incremento del volumen de inversiones que estos nuevos ingresos posibilitan en los presupuestos de la Junta de Andalucía, junto con los que ya ha previsto para nuestra comunidad el Gobierno central en su proyecto de presupuestos para 2005, hace que para el próximo año Andalucía alcance cifras de inversión pública históricas, cerca de 8.300 millones de euros (equivalente al 7% de nuestro PIB), 5.160 millones de euros en el presupuesto recientemente presentado por el Gobierno andaluz y 3.120 millones de euros en el presupuesto del Gobierno central. Estas cifras sólo son comparables a las que se produjeron al inicio de la década de los noventa, la de mayor crecimiento inversor.
La deuda que acaban de saldarnos nos va a permitir aumentar considerablemente la riqueza colectiva de los andaluces, aquella que nos permitirá crecer en bienestar y en productividad. Nos permite invertir como nunca en investigación, desarrollo e innovación de nuestro tejido empresarial para situarlo en el nivel de competitividad que le corresponde. En infraestructuras públicas -carreteras, trenes, obras hidráulicas, etcétera- en Educación y capital humano...
En resumidas cuentas, nos va a permitir crecer en aquellas áreas que facilitan o favorecen el desarrollo colectivo sostenible, el que perdura, el de todos y todas, el que cuenta, el que nos hace más libres y mejora nuestro bienestar, el de nuestros hijos, el futuro.
Carmen Martínez Aguayo es viceconsejera de Economía y Hacienda.
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