La brecha que se abre

Las piezas no encajan. Ha pasado casi un año y medio desde que María José García Pelayo (alcaldesa de Jerez, PP), y Pedro Pacheco (primer teniente de alcalde y delegado municipal de Urbanismo, PSA) decidieron aliarse, dejando en la oposición al PSOE, la formación más votada en la ciudad en las pasadas elecciones municipales. El "pacto por Jerez" ha derivado en un gobierno local dividido y fracturado. Los socios viven inmersos, sobre todo en los dos últimos meses, en una constante batalla de reproches, desacuerdos y declaraciones cruzadas.

El último capítulo protagonizado por este matrimonio mal avenido tuvo lugar el pasado viernes, cuando los concejales del PSA dejaron plantados a los ediles del PP al no acudir, por primera vez, a la reunión de la junta de Gobierno que se celebra semanalmente en el Ayuntamiento. ¿Qué hay detrás de este gesto del grupo de Pacheco? Esta pregunta tiene multitud de respuestas posibles si tenemos en cuenta los asuntos en los que los socios no se ponen de acuerdo: la gestión del circuito de Jerez, las medidas del plan de saneamiento municipal, la política de viviendas sociales, el nombramiento por parte de la alcaldesa de nuevos interventor y tesorero en el Consistorio, las esculturas proyectadas por Pedro Pacheco.

Lo cierto es que el plantón del viernes no sentó nada bien a la regidora popular, quien tildó de "boicoteo" el comportamiento de sus socios e instó al PSA a rectificar. García Pelayo, quien considera que el detonante de la peor de las crisis de este gobierno de coalición está en los despachos del PSA, sentenció: "El PP firmó un pacto por Jerez, pero si el pacto perjudica a los ciudadanos, ya no es bueno para Jerez".

Pedro Pacheco tuvo ayer un acto público pero no quiso hacer declaraciones y delegó en la portavoz municipal Marina de Troya. "Estamos enfadados porque creo que hay cuestiones vitales para la ciudad que no se están tratando como se debiera y hay decisiones que no se pueden tomar de manera unilateral", indicó la concejal. Según De Troya, hay asuntos "ásperos" entre ambos partidos, pero el PSA tendrá la suficiente "responsabilidad política" para seguir gobernando.

Una de las patatas calientes de este pacto radica en la negativa del PP a incorporar, mediante expropiaciones, unos dos millones de metros cuadrados de suelo al patrimonio municipal para la construcción de viviendas sociales, como pretende Pedro Pacheco. El delegado de Urbanismo acusó días atrás a los populares de tener una escasa formación urbanística, y advirtió: "Si no se pueden seguir construyendo viviendas de protección oficial en Jerez no será culpa del PSA".

La alcaldesa, por su parte, mostró su malestar por la actitud negativa y desconfiada del líder del PSA con respecto a las negociaciones que ella misma mantiene con la Junta para la incorporación del Ejecutivo regional al accionariado del circuito de Jerez. "No comparto el camino que sigue el señor Pacheco de culpar de todo a los demás, especialmente a la Junta", manifestó García-Pelayo. También la semana pasada, el PP rechazó la idea de Pacheco de instalar en una glorieta una estatua ecuestre de 15 metros de altura y más de un millón de euros de coste. El delegado de Urbanismo dijo después que la pagarán empresas de la zona.

El PSOE ha pedido a la alcaldesa que destituya a su delegado de Urbanismo. García Pelayo tiene que devolver la alcaldía a Pacheco en junio de 2005 tras cumplir sus dos años de mandato, pero, tal y como manifestó cierto día la propia García Pelayo, "todavía queda mucho tiempo y puede pasar cualquier cosa".