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NOTICIAS Y RODAJES

'Tempus fugit' despoja la ciencia-ficción de superhéroes

El filme es el único español a concurso en la Semana de Cine Fantástico donostiarra

Maribel Marín Yarza

Lo más frustrante para un director es hacer una película, comprobar que gusta y que no se vea". Lo dice Enric Folch (Vilasar de Dalt, Barcelona, 1964) y además con conocimiento de causa. Su comedia de ciencia-ficción, Tempus fugit (El tiempo vuela), el único largo a concurso en la XV Semana de Cine Fantástico y de Terror donostiarra que termina mañana, ha conquistado media docena de premios en festivales internacionales, porque ha cautivado a sus públicos con una trama sin superhéroes. Pero no tiene distribución en España. Ni siquiera para estar en la estantería de los videoclubes.

"Yo era muy inocente y pensaba que lo difícil era hacer una película que gustara al espectador", afirma, "y creo que lo he conseguido con Tempus fugit", un viaje en el tiempo sobre el fin del mundo, que pone el destino de la humanidad en manos de Ramón, un relojero barcelonés, y su vecino, un aficionado culé, que se debate entre salvar el mundo o al Barça de una vergonzosa derrota ante el Real Madrid. "La historia ha gustado. Pero me he dado cuenta de que esto no es más que la mitad del camino. La otra mitad depende de los distribuidores y exhibidores. Tu vida está en sus manos".

Tempus fugit, protagonizada por Neus Asensi y Xavi Mira, entre otros intérpretes, tiene dos aspectos que no atraen de entrada a quienes podrían facilitar su difusión, según el director. Para empezar, y aunque "no se rodó con mentalidad de telefilme", la historia se grabó en super 16 mm para la autonómica TV-3. Y además se hizo en catalán. "De entrada, esto es una dificultad", reconoce Folch, "pero yo confío en que nuestra sociedad ha avanzado bastante como para que no se vea de forma negativa, sino todo lo contrario: como una riqueza de este país. Espero que la Semana de San Sebastián sea la puerta para que la película se pueda ver en España".

A Enric Folch, guionista y director de telefilmes, de series, cortos y anuncios, siempre le ha apasionado el género fantástico porque permite, dice, "desplegar toda tu imaginación". Él la ha exprimido para construir una historia de ciencia-ficción cotidiana. Porque, a diferencia de lo que ocurre en las películas norteamericanas, en Tempus fugit no hay superhéroes. Los salvadores del mundo son personas corrientes, que se enamoran y suspiran por ver a su equipo con la Copa de la Champions League. "Mientras yo rodaba se estrenó la superproducción La máquina del tiempo. Me di cuenta de que eso era lo que yo no quería hacer. Ahí todo eran efectos especiales, no había historia, se olvidaron de los personajes, y eso es lo que no debes hacer nunca".

La película, con un 7,5, ocupa por el momento el segundo lugar en las preferencias del público de la Semana de Cine Fantástico y de Terror, que hoy pasa Calvaire, de Fabrice du Welz, una claustrofóbica cinta que sorprendió en Cannes. Estrena además Stephen King's Riding the bullet, filme

protagonizado por David Arquette y Barbara Hershey, basado en un relato publicado por el escritor en Internet, y proyecta el clásico La carreta fantasma, de Víctor Sjöstrom (1921), con la música en directo del pianista Iñaki Salvador. Por la noche, más cine (Dr. Jekyll y su hermana Hyde) en la noche loca.

Enric Folch, ayer, en los soportales de la plaza de la Constitución de San Sebastián.
Enric Folch, ayer, en los soportales de la plaza de la Constitución de San Sebastián.JESÚS URIARTE
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