La obra de Dalí convoca un debate sobre la relación entre arte y ciencia

La relación de Salvador Dalí con la ciencia iba más allá de la manera caricaturesca con que pronunciaba "ácido desoxirribonucleico". El encuentro Dalí, nuevas fronteras de la ciencia, el arte y el pensamiento reúne en Figueres (Girona) a un interesante plantel de científicos, artistas y pensadores internacionales que debaten en torno al territorio fronterizo que relaciona arte y ciencia. Dalí y su obra son un inevitable punto de referencia.

Jorge Wagensberg, profesor de Teoría de Procesos Irreversibles de la Universidad de Barcelona y director del museo CosmoCaixa, que dirigió hace 19 años en el Museo Dalí de Figueres el encuentro entre pensadores y científicos Proceso al azar, está convencido de que Dalí tenía intuiciones científicas genuinas y, como él mismo, creía que el arte y la ciencia viven un periodo de acercamiento. Wagensberg realizó la lección inaugural del encuentro con el título Inteligibilidad y belleza. El físico mantiene que sólo los malos científicos se explican con complejidad. "La verdad científica es la más sencilla", sostiene.

Wagensberg mantiene que Dalí gozaba de una enorme intuición científica que le permitía llegar a conclusiones científicas por un camino distinto. "Por eso muchos científicos le entienden mejor que muchos pintores", añadió, y puso como ejemplo a otros pintores que eran más entendidos en otros campos, como Hooper en la escritura o Escher en las matemáticas. Sobre la intervención de Dalí en las jornadas de 1985, Wagensberg explicó que su presencia ayudó a estimular la discusión y creó una atmósfera especial que les hizo pensar que hacían historia.

El profesor Peter Theodorus Landsberg (Berlín, 1922), el único de los grandes científicos que ha podido repetir su presencia en Figueres, explicó que trabaja actualmente en el proceso de convertir células solares en radiación y electricidad. "Es muy difícil, si alguien descubre el procedimiento ganará el Nobel", ironizó. Landsberg aseguró que los cuadros de Dalí le resultan muy estimulantes, aunque no les ha sabido encontrar "aplicaciones directas" en la ciencia. Algunos ponentes recordaban todavía cómo hace 19 años Landsberg había puesto fin a la pregunta de si la naturaleza tenía derecho al azar. Tras muchas disquisiciones, el científico zanjó, con la fuerza de la obviedad, que "las cosas pasan".

Landsberg, que el primer día del encuentro decidió no dar su conferencia porque juzgó más interesante abrir un debate con el público, explicó que en uno de sus libros utilizó una imagen dual en la que puede verse a una mujer joven o a una vieja para simbolizar el hecho de que la luz puede definirse también como partículas o como ondas. Las disquisiciones en torno a las imágenes equívocas centraron parte del debate. Mientras algunos ponentes defendieron que no podían verse a la vez, sino que había que optar por una u otra alternativamente, otros afirmaron que sí podían contemplarlas a la vez a través de su experiencia subjetiva.

Entre los pensadores invitados a Figueres destaca el profesor de neurología Semir Zeki, que disertó sobre la explotación de la ambigüedad por parte de los artistas. Los cuadros de Dalí con diversos sentidos le sirvieron de ejemplo.

Ignacio Gómez de Liaño, profesor de Estética de la Universidad Complutense, recordó que Dalí se interesó en sus investigaciones cuando le dijo que el museo de Figueres le parecía un "artefacto nemónico". Liaño, que disertó sobre los diagramas, expuso que mientras el arte busca el goce, la ciencia busca el conocimiento, aunque ambas disciplinas tienen como materia prima la imaginación.

Roy Ascott, artista y teórico en la Universidad de California, defendió que la reacción neurobiológica ante una obra de arte debería incluir los condicionantes culturales. Sus estudios se centran en la relación entre el arte y la tecnología de la conciencia. También intervino en las jornadas, que fueron organizadas por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, la cátedra de Arte y Cultura Contemporánea de la Universidad de Girona y el Ayuntamiento de Figueres, el profesor de arte contemporáneo Gavin Parkinson.

En las jornadas se proyectaron el documental Proceso al azar, de Gonzalo Herralde, rodado en el Museo Dalí durante el encuentro de 1985, y Dimensión Dalí, de Joan Úbeda, Eli Pons y Susi Marqués.