El 'factor Nader' disminuye su influencia con respecto a 2000
Ralph Nader, el hombre al que muchos demócratas culpan de la derrota de Al Gore en las presidenciales de 2000 al lograr cerca de tres millones de votos en todo el país, puede resultar esta vez menos decisivo. Las encuestas nacionales le otorgaban una intención de voto popular del 1%, menos de la mitad que hace cuatro años.
Su movimiento no ha logrado en 2004 movilizar el mismo voto de protesta, a pesar de contar con el apoyo del Partido de la Reforma, fundado en 1992 por el multimillonario Ross Perot. En 2000, Nader capitalizó el descontento de un sector de la sociedad contra los dos candidatos de los grandes partidos.
Este año, el electorado se encuentra tan polarizado que el mensaje de Nader ha quedado aplastado por un debate mayor, un auténtico referéndum sobre la figura del presidente Bush y la guerra en Irak, aseguran los analistas. Sin embargo, con unos sondeos nacionales casi empatados y con un margen de error que triplica la diferencia de un punto que en teoría lleva en algunos Estados el presidente, George W. Bush, sobre John Kerry, los votos de Nader podrían ser importantes en alguno de los Estados dudosos.
Nader ha tenido dificultades de financiación y no ha conseguido presentar su candidatura en todos los Estados del país. El Partido Demócrata no ha ocultado su preocupación por el factor Nader, el activista que durante 30 años ha logrado importantes victorias legales en favor de los consumidores. Algunas fuentes de ese partido han insinuado que parte del dinero de la campaña de Nader procede de las arcas del Partido Republicano.
La movilización anti-Bush en muchos sectores de la sociedad norteamericana ha perjudicado las opciones del activista. Una web llamada No votes a Ralph invita a los posibles votantes de izquierda, descontentos con los dos partidos tradicionales, a depositar su voto en favor de Kerry.
En esa web se acusa a Nader de favorecer a Bush y de haberse equivocado al presentarse de nuevo. En los últimos días, Nader ha evitado hacer campaña en aquellos lugares en los que más podría perjudicar las opciones de Kerry.
