La economía española mantuvo en el 2,6% el crecimiento en el tercer trimestre
El Banco de España alerta en su informe del riesgo de una pérdida de competitividad
La economía española mantuvo en el tercer trimestre "un ritmo de avance sostenido", con un crecimiento del 2,6%, igual que el periodo anterior, según el Banco de España. El riesgo es la pérdida de competitividad, debido al bajo crecimiento de la productividad y a unas subidas salariales "relativamente elevadas", problema que afecta sobre todo al sector turismo. Las familias, añade el Banco de España en su informe de octubre, han seguido aumentando su endeudamiento para financiar, sobre todo, la compra de viviendas, hasta acercarse ya al 100% de su renta disponible.
El Banco de España traza un panorama cercano al optimismo sobre la situación general de la economía, aunque con importantes problemas. En su informe de octubre, asegura que la economía española mantiene un "ritmo de avance sostenido", con un crecimiento impulsado por la demanda interior, la recuperación de la inversión en bienes de equipo y en construcción y la firmeza en la creación de empleo. En el lado opuesto, están "los pobres resultados" del sector turístico.
Otro elemento negativo que detecta es que se está produciendo un "bajo crecimiento de la productividad", junto a unos incrementos salariales "relativamente elevados" -un 2,9% pactado en los convenios- en comparación con los de los países de la zona euro. "Esta situación", añade, "podría terminar dañando la competitividad de la economía, sobre todo si las cláusulas de salvaguardia terminan facilitando el traslado de los aumentos en los precios energéticos a los salarios".
En su criterio, se pueden estar gestando "problemas de competitividad" en las empresas españolas, por la penetración creciente de productos extranjeros a un ritmo muy superior al de los productos nacionales en el exterior, "lo que podría llegar a limitar el ritmo de avance de la convergencia real con los países de la zona del euro".
Un problema de competitividad que no sólo achaca a los salarios y que extiende al sector turístico. El informe recuerda que los indicadores turísticos reflejaron unos resultados "bastante negativos" durante el segundo trimestre, aunque se han suavizado durante los meses de verano, y que no son atribuibles sólo a factores coyunturales, como los atentados del 11-M o los eventos deportivos de Portugal. El Banco de España señala que en los "pobres" resultados turísticos han influido factores de índole "estructural", tales como la progresiva pérdida de competitividad frente a los países del Mediterráneo oriental que compiten con España en el segmento de sol y playa. Los ingresos reales por turismo retrocedieron un 2,2% en el segundo trimestre tras el estancamiento de 2003 y de los primeros meses de 2004.
Junto a un crecimiento interanual del PIB del 2,6% en el tercer trimestre, la información de que dispone el Banco de España refleja "un elevado dinamismo de la demanda interna" apoyada en la aceleración de la formación bruta de capital fijo, y un crecimiento del consumo cercano al del segundo trimestre.
El gasto en consumo final de los hogares, que moderó su ritmo de avance en el segundo trimestre, con una tasa del 3,2%, se ha mantenido en el verano.
La actividad de las empresas españolas se ha incrementado de forma sostenida, y está basada en el sector servicios, especialmente en las empresas relacionadas con el comercio y las industriales. La generación de recursos ha permitido a algunas de las empresas más endeudadas reducir ese lastre y permite prever al Banco de España que el sector empresarial está en "situación ventajosa para llevar a cabo nuevos planes de inversión, a medida que se despejen las incertidumbres sobre la expansión de la economía mundial".
Inversión en construcción
En el sector de la construcción, la inversión se había reducido en el segundo trimestre una décima, hasta el 4,2%, manteniéndose como el componente más dinámico de la demanda interna. Esa relativa pérdida de dinamismo que tuvo el sector durante la primavera parece haberse corregido en el tercer trimestre, con un renovado impulso en datos como la producción de los materiales utilizados en construcción, el consumo de cemento o la evolución del empleo.
La información de que dispone el banco emisor sobre el mercado de la vivienda ratifica que entre abril y junio el precio subió un 17% a ritmo interanual. Las familias, añade el informe, han seguido aumentando su nivel de endeudamiento para financiar, sobre todo, la compra de viviendas, hasta acercarse ya al 100% de su renta disponible.
Respecto a los precios del petróleo, aunque cree que tenderán a moderarse conforme remitan algunos de los factores desestabilizadores, el Banco de España teme que el horizonte no acabe de despejarse y espera que los precios permanezcan elevados a medio plazo.
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