Un microcosmos literario
José Manuel Sánchez del Águila recorre el barrio sevillano de Los Remedios en sus relatos
José Manuel Sánchez del Águila (Sevilla, 1957), abogado y escritor, acaba de publicar el libro Ropa vieja, una miscelánea de cuentos, narraciones y prosas del más variado pelaje que tienen como escenario el barrio sevillano de Los Remedios. El autor ha convertido este barrio en un microcosmos por el que se mueven distintos personajes con sus sueños y frustraciones a cuestas. Se trata del cuarto título que publica Ediciones El Desembarco, un proyecto cultural desarrollado por Francisco Aranguren, notario de Los Palacios (Sevilla).
"Ante el páramo editorial de Sevilla, Ediciones El Desembarco es un proyecto editorial de libros distintos, fuera de circuito, personales y que buscan la calidad literaria", explica Sánchez del Águila. Los tres títulos anteriores publicados por esta editorial son El sesmo de la vida, de Bernardo Víctor Carande; Tratados de poliorcética, de José Joaquín Parra, y Poeta en Sevilla. El memorial de Joaquín Romero Murube, de Pedro Márquez Romero.
¿Cómo compagina dos actividades tan absorbentes como la abogacía y la literatura? "No viendo la televisión y buscando huecos a lo largo del día", responde Sánchez del Águila. "Nunca dejaría de ser abogado. Estoy enamorado de mi oficio. La abogacía es un poco como las trincheras del derecho. Me gusta estar en las trincheras más que en el Estado Mayor. El novelista Manuel Halcón decía que para ser escritor hay que vivir. La abogacía te hace conocer a los demás: sus problemas, sus miserias, sus aspiraciones.... Es un buen campo de entrenamiento para la literatura", comenta Sánchez del Águila.
El autor de Ropa vieja se ha sentido siempre atraído como lector por los relatos. El influjo de los grandes narradores peruanos ha sido decisivo en su escritura. "Autores como Julio Ramón Ribeyro, Mario Vargas Llosa o Alfredo Bryce Echenique han tenido una fuerte influencia sobre mí. También Julio Cortázar. Y los narraluces: Vaz de Soto, Aquilino Duque...", detalla el autor.
La generación de escritoras de la posguerra fue decisiva en su formación lectora. "Autoras como Ana María Matute, Mercedes Salisachs y Carmen Laforet... En resumen, toda esa generación de escritoras que publicaban sus libros en la Editorial Destino fue fundamental para mí", agrega Sánchez del Águila. Ropa vieja reúne textos de origen diverso. "En mi libro hay relatos, microrrelatos, crónicas... Hay muchos recuerdos de infancia en los que emergen el barrio Los Remedios", precisa. Sánchez del Águila considera Los Remedios su "Miraflores particular", el barrio de Lima por el que se mueven muchos personajes de Vargas Llosa, Bryce Echenique y Ribeyro.
"Encuentro un paralelismo en miniatura entre Los Remedios y Miraflores. Los Remedios nace con el desarrollismo. Allí va a vivir gente de dinero, funcionarios y personas humildes. Por eso ahí se da el fenómeno del desclasado. Hay en Los Remedios pensionistas que viven a duras penas. También llega hoy en día a Los Remedios el que vivió allí y regresa al barrio. Los Remedios es un microcosmos separado de Sevilla", añade Sánchez del Águila.
"El colegio de los Padres Blancos marca Los Remedios. Los Padres Blancos crearon una conciencia en el barrio distinta a otros colegios de Sevilla. Era una congregación adelantada, progresista, posconciliar... Tenían una impronta posconciliar muy asumida", dice. "En el libro hay personajes prototípicos como Román Saravia, un hombre vulgar, en la cuarentena, que busca el elixir del erotismo", señala.
¿Por qué se mantiene esa falta de interés editorial por el relato cuando algunas de las joyas literarias de la lengua española pertenecen a este género? "Es una cuestión de política comercial. A las editoriales les debe de convenir esto. Al escritor de relatos le fuerzan, a veces, a escribir novelas. Y esto tiene, en algunas ocasiones, efectos dañinos en alguien que es un buen escritor de relatos y no tan buen novelista. Se le sustrae al gran público una medida literaria cómoda y de calidad. No descarto que el público vaya haciendo cambiar a las editoriales respecto a esta actitud", concluye.
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