La Comunidad implantará la tarjeta sanitaria electrónica

La presidenta regional, Esperanza Aguirre, está convencida de la necesidad de instaurar en Madrid los sistemas electrónicos en la relación de los pacientes con la sanidad pública. Así se desprende del proyecto de Presupuestos de 2005 aprobados por el Consejo de Gobierno el pasado jueves. En éstos se incluyen partidas para la creación de una tarjeta sanitaria que permitirá acceder al historial del paciente, la implantación de la receta electrónica, un plan para la creación de tarjetas sanitarias electrónicas para enfermos crónicos y una tarjeta en el periodo neonatal precoz.

El proyecto de presupuestos de la Comunidad de Madrid incluye una partida de dos millones de euros para la producción de la nueva tarjeta sanitaria inteligente y otra de 200.000 euros para su implantación en la región. Según los datos contenidos en la memoria de actividades de las cuentas elaboradas por la Consejería de Hacienda, esta tarjeta "incorpora una fotografía que permite identificar inmediatamente al titular, así como un chip en el que se incorpora la firma electrónica del titular". Según este mismo texto, esta nueva tarjeta posibilitará a los pacientes "realizar determinadas gestiones administrativas, como citaciones, consulta de agendas de primaria y especializada y aporta información de tipo médico y farmacológico".

Según fuentes de la Consejería de Sanidad, "se trata de una primera aproximación para la implantación de este tipo de soporte a la espera de que el consejo interterritorial dependiente del Ministerio de Sanidad tome una decisión sobre la tarjeta sanitaria electrónica única para todo el Estado. La tarjeta en Madrid incluirá también la firma electrónica del médico para llevar también un seguimiento de por quién ha sido tratado el paciente". Varias comunidades ya han empezado experiencias piloto con este tipo de tarjetas. En Madrid, según fuentes de Sanidad, esta tarjeta servirá, con una clave que tendrá el paciente, como entrada al sistema de salud por medio de una especie de cajeros instalados en farmacias y centros de salud que permitirá entre otras cosas

cambiar o pedir cita a los médicos.

Aún está por definir qué datos se incluirán en el chip de esta tarjeta, pero, según estas fuentes, se introducirán los datos personales del paciente y dará permiso para acceder a su historial médico. La Agencia Nacional de Protección de Datos ya ha alertado de los posibles problemas que podría acarrear un elemento que pueda ser actualizado sin que el paciente deba dar su consentimiento al médico o farmacéutico para acceder a su historial y modificarlo.

Esta tarjeta estará relacionada íntimamente en la implantación de la receta electrónica. El 30 de diciembre de 2003, el PP aprobó en el Congreso de los Diputados la introducción de la receta electrónica en el Sistema Nacional de Salud. El Gobierno de Aguirre ha reservado un millón de euros para su desarrollo en la Comunidad. Se trata de hacer efectivo progresivamente el prototipo desarrollado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología en el entorno tecnológico de los centros de salud y las oficinas de farmacia de la Comunidad de Madrid y su instauración por áreas de salud.

Mediante este sistema se podrá ejercer un mayor control sobre el fraude en la dispensación de recetas, así como mejorar la calidad de vida de los pacientes que no tendrán que realizar demasiados trámites burocráticos.

Directo a la farmacia

Los planes de Aguirre también incluyen la puesta en marcha de una nueva tarjeta sanitaria para enfermos crónicos. Según la definición de la actividad incluida en la memoria de los presupuestos, "incorpora certificación y firma electrónica", y servirá "como herramienta de identificación de pacientes que, a la cronicidad de sus procesos se unen ciertas dificultades en la movilidad que les hace susceptibles de recibir apoyo adicional que facilite una mejor accesibilidad a la prestación farmacéutica". Así, por ejemplo, el paciente crónico que necesite un medicamento durante un periodo continuado de tiempo acudirá simplemente con su tarjeta a la farmacia, sin necesidad de ir al especialista por recetas.

Según los planes de Sanidad, "la autorización de tratamientos deberá renovarse periódicamente a criterio del médico responsable, por lo que esta tarjeta tendrá que ser regrabable". El Gobierno regional también planea que todos los niños nacidos en hospitales públicos tengan su propia tarjeta sanitaria a las 48 horas de nacer, en lugar de figurar en la de sus padres.