La ONU respaldó la denuncia por acoso sexual contra el jefe de ACNUR

El informe interno de la ONU elaborado a principios de año sobre el presunto acoso sexual cometido por Ruud Lubbers, alto comisario de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), respaldó la denuncia de la demandante, una empleada de la organización con 20 años de servicios, y recomendó que se adoptaran medidas contra el que fuera primer ministro democristiano holandés. El caso fue cerrado después de que Kofi Annan, secretario general de la ONU, consultara con sus asesores jurídicos y considerara que las pruebas presentadas no podían sostenerse legalmente. Lubbers sí fue recriminado por escrito por su conducta.

En un intento de explicar la decisión, Fred Eckhard, portavoz de Naciones Unidas, ha puntualizado que Annan "nunca dijo que no hubiera pruebas, sino que las mismas carecían de base legal" para que pudiera contemplarse una sanción. En la nota que Annan remitió a Lubbers, sí quedó clara "su gran preocupación sobre la naturaleza del incidente que provocó la denuncia y la reacción posterior del alto comisario".

Las conclusiones de los investigadores se han sabido ahora al hacerse público el informe anual del servicio de inspección de la ONU. Lubbers, de 65 años, negó haberse propasado en ningún momento con la trabajadora, de 51. Lo único que admitió fue una despedida "amistosa" tras una reunión en su despacho oficial. A la misma asistieron otros colegas, todos varones, que no observaron nada extraño. Según la demandante, Lubbers le tocó las nalgas y la acosó además en otras dos ocasiones. El alto comisario rechazó en todo momento las alegaciones y criticó además que no se le hubiera informado con antelación de la existencia de la denuncia.