Menos humos en San Sebastián
La compañía municipal de autobuses introduce el biodiesel en cinco vehículos con intención de extenderlo a toda la flota
Son cinco autobuses y, de momento, ningún símbolo exterior los distingue del resto de la flota de la Compañía del Tranvía de San Sebastián. Sin embargo, por su interior circula un alimento más sano: un 85% de gasóleo mezclado con un 15% de biodiesel, que al estar elaborado con aceites vegetales reduce considerablemente las emisiones contaminantes a la atmósfera. Los vehículos se hallan en periodo de ensayo y si, como hasta ahora, responden correctamente, el Ayuntamiento donostiarra prevé que los otros 85 autobuses de la compañía municipal circulen también con ese combustible.
Y es que la Compañía está inmersa en una reflexión sobre el uso de energías alternativas y considera que "la vía más rápida de implementar un combustible ecológico es el biodiesel", compatible con los autobuses actuales, mientras que el resto exigiría cambiar la flota, explica su gerente, Gerardo Lertxundi.
El biodiesel se puede obtener de aceites vegetales y grasas animales. Los autobuses en prueba usan el que produce Bionor en su planta alavesa de Berantevilla. Esta firma produce el biodiesel (30.000 toneladas al año) a partir del aceite utilizado en restaurantes y otros lugares con cocinas. Cumple así una doble función: evita el vertido de estos aceites y, tras modificarlos químicamente, les da un nuevo uso.
"El aceite resultante tiene una calidad similar al gasóleo", asegura su director comercial, Javier García. En teoría, los vehículos diesel podrían funcionar al 100% con biodiesel, pero "no hay materia prima suficiente". Ello exigiría además que los depósitos fuesen de teflón y no de goma.
La Compañía inició su experiencia piloto en septiembre con un 15% de biodiesel y un plazo de tres meses para comprobar el rendimiento de los autocares. Por ahora, es correcto y el medio ambiente donostiarra ha dejado de recibir un pellizco de dióxido de azufre (casi desaparece con el biodiesel) y de monóxido y dióxido de carbono. La Compañía no descarta subir hasta el 30% este combustible, que no contiene benceno ni otras sustancias cancerígenas. ¿Tiene alguna pega? Un "ligerísimo" sobrecoste.
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