El partido de Lula pierde la alcaldía de São Paulo y Porto Alegre
Jóse Serra, su rival en las presidenciales de 2002, ganó en la capital económica de Brasil
El Partido de los Trabajadores (PT) del presidente Luiz Inácio Lula da Silva salió derrotado ayer del segundo turno de las elecciones municipales en las que 27 millones de electores debían elegir a los alcaldes de 43 ciudades. En São Paulo, José Serra, del PSDB (Partido Socialista Democrático de Brasil), que había sido el contrincante de Lula en las presidenciales de 2002, venció a la alcaldesa, candidata del PT, y amiga personal de Lula, la sexóloga Marta Suplicy.
El socialdemócrata José Serra ganaba ayer en segunda vuelta la alcaldía de São Paulo con el 55% de los votos, según encuestas que le adjudicaron el 45% a Marta Suplicy, candidata del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Serra, de 62 años y candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), derrotó a Suplicy, actual alcaldesa, del Partido de los Trabajadores (PT), de acuerdo con una encuesta del Instituto Ibope que tiene un margen de error de 1,7 puntos porcentuales.
La victoria de Serra en São Paulo, el mayor colegio electoral del país, con 7,7 millones de votantes, supone un duro golpe para el PT, del presidente Lula, que inclusive fue multado por la justicia electoral por pedir votos en São Paulo para su amiga y correligionaria antes de la primera vuelta. Serra, que fue ministro de Planificación durante el primer mandato del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-1998) y de Salud en el segundo (1999-2002), fue el rival derrotado por Lula en las pasadas elecciones presidenciales.
Pese al favoritismo en las encuestas, Serra evitó hacer comentarios triunfalistas al depositar ayer su voto, mientras que la alcaldesa expresó su confianza en que conseguiría dar la vuelta al tablero en las urnas. La segunda vuelta fue convocada en 43 ciudades de más de 200.000 electores en las que ningún candidato consiguió la mitad más uno de los votos en la primera ronda, pero la justicia electoral canceló ayer las elecciones en Mauá, municipio vecino a São Paulo, tras inhabilitar a un candidato y declaró alcalde electo a su rival.
Nunca un gobierno se había volcado tanto en el apoyo a un alcalde como lo hizo el Gobierno de Lula con Suplicy, llegando a desembarcar en la ciudad desde el presidente Lula a la mayoría de los ministros. Para el PT perder São Paulo supondría un revés político serio y el temor de que la victoria en la capital paulista del candidato del PSDB pudiera abrir las puertas para un nuevo enfrentamiento en las presidenciales del 2006 de nuevo entre Lula y Serra, o por lo menos entre el PT y el PSDB. Porque, además, el Estado de São Paulo ya está gobernado por otro miembro del PSDB, Geraldo Alckmin, una de las figuras más serias y de mayor prestigio del partido que tanto ha contribuido a la probable victoria de Serra y que es ya visto como otro posible candidato a las presidenciales.
Si la derrota del PT en São Paulo era dura de digerir para el Gobierno, más podría serlo la de Porto Alegre, la ciudad símbolo del buen gobierno del PT que lleva dirigiendo el municipio 16 años consecutivos. Porto Alegre es la ciudad emblema de las experiencias piloto del PT con la famosa idea del "presupuesto participativo" y del Forum Mundial Económico y Social, en antagonismo con el Forum Económico Mundial de Davos.
Por ello, ante el peligro, según los sondeos del PT de una derrota en Porto Alegre, en la última semana los ministros de mayor peso se fueron alternando en la campaña entre São Paulo y Porto Alegre. No obstante, las primeras encuestas a pie de urna en las municipales en Porto Alegre (sur de Brasil) no eran nada alentadoras para Lula. En las primeras horas los sondeos daban el 51% de los votos al opositor José Fogaga y el 49% a Raúl Pont, del PT.
Derrota simbólica
En Porto Alegre, ciudad símbolo del Partido de los Trabajadores (PT), el candidato del partido de Lula, Raúl Pont, perdió con una amplia diferencia ante su opositor, José Gogaça, del PPS (Partido Popular Socialista).
Pont, el candidato de Luiz Inácio Lula da Silva, había criticado al Gobierno los días anteriores por la posible derrota de las elecciones al afirmar que incluso muchos antiguos votantes del PT estaban desencantados con algunas de las promesas no cumplidas por el Gobierno de Lula a escala nacional, sobre todo en los problemas sociales y en las reformas.
Para otros, sin embargo, si el PT ha perdido en Porto Alegre es porque la población, después de 16 años de Gobierno del Partido de los Trabajadores, tenía ganas de cambiar.
De cualquier forma, la derrota inesperada del PT va a obligar tanto al partido como al Gobierno de Lula a revisar alguna de sus políticas, sobre todo en el campo de lo social, ya que muchos electores, los mismos que habían elegido a Lula con 50 millones de votos, ayer le enviaron un mensaje claro.
Al mismo tiempo que el Partido de los Trabajadores sufrió una fuerte derrota se reforzaba el PSDB, el partido de la oposición mejor preparado para disputar a Lula las presidenciales de 2006.
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