_
_
_
_
_
SEXO

A cámara lenta

Abanderado por adeptos tan ilustres como Sting o Woody Harrelson, el sexo tántrico se ha convertido en la última moda. Relaciones más profundas y satisfactorias, y el uso de técnicas para retrasar la eyaculación son las características de esta ancestral disciplina oriental. "Estamos viviendo un auge en el aprendizaje de métodos tántricos para prolongar el coito y conseguir que la mujer tenga varios orgasmos", señala el terapeuta sexual Julián Fernández de Quero, presidente de la Sociedad Sexológica de Madrid. "En una cultura como la nuestra, que considera que el varón es el artífice del placer femenino, esto satisface mucho al orgullo masculino, si bien la filosofía del tantrismo es bastante más profunda", añade.

Los primeros textos -los Tantras- aparecen en la India en torno al siglo IV después de Cristo, aunque probablemente buena parte de sus principios procedan de épocas anteriores. Según la tradición, no fueron escritos por el hombre, sino revelados por el dios Shiva. En ellos se recoge un extenso cuerpo filosófico en el que la relación sexual se contempla como un medio para expandir la conciencia y lograr un conocimiento intuitivo de lo real.

El ritual erótico. Se consideran propicios para el rito de la unión -o Maithuna Sadhana- el quinto y el octavo día tras el fin del ciclo menstrual, y el periodo comprendido entre la medianoche y las dos de la madrugada. El lugar debe estar iluminado por velas o fuego, aromatizado con incienso y con música suave. También habrá fruta fresca, dulces y bebida. El Maithuna comienza con una ducha -preferentemente con agua fría-, un masaje mutuo y unos breves estiramientos. A continuación, la mujer se sienta a la derecha del hombre. Empezando por el lado derecho, el hombre recorrerá lentamente con sus manos el cuerpo de la mujer, empezando por los pies y terminando por la coronilla, y después, a la inversa por el lado izquierdo. Cuando termine, será la mujer quien, desplazándose a la izquierda del hombre, inicie el acto sexual. Los Tantras recomiendan ir variando las posturas y dan preferencia a las sentadas, ya que facilitan un contacto íntimo más duradero. Cuando el hombre eyacule, ha de hacerlo de forma voluntaria y mantener el pene dentro de la vagina durante cierto tiempo.

La retención. El control de la eyaculación a través de la estabilización de la respiración y el pensamiento constituye una de las técnicas más importantes del tantrismo. "Está en el polo opuesto de la cultura sexual occidental, que aún hoy contempla el sexo como algo frenético y arrebatado", afirma el terapeuta. Para el Tantra, la relación será más profunda y satisfactoria cuanto más tiempo se logre mantener la excitación sin llegar al orgasmo. La respiración es rítmica y objeto de atención consciente. Los yantras (formas visuales en las que fijar la mente) y mantras (secuencias de sonidos que se repiten mentalmente) ayudan a estabilizar el pensamiento. De alguna manera, se parte de la premisa de que pensar en el orgasmo conduce a él.

La eucaristía tántrica

El Tantra recomienda que en el lugar donde se practique el sexo haya alimentos, pues compartirlos durante el rito erótico, además de resultar estimulante, tiene un significado simbólico que alcanza su máxima expresión en el rito de los cinco esenciales, o eucaristía tántrica, uno de los ritos más conocidos, pero también más malinterpretados. Los cinco esenciales son los cereales, la carne, el pescado, el vino y la unión sexual. Los tres primeros evocan, según el simbolismo que les confiere el tantrismo más trascendental, los reinos vegetal, animal y acuático. El vino y el sexo se relacionan con lo sensorial y lo espiritual. Compartirlos es una forma de reconocer ritualmente la realidad física y humana.

Para saber más: 'Tantra: la vía secreta del amor y la erótica mística', de Ramiro Calle. Editorial Sirio, 2000.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_