Una "historia estúpida" de ciencia ficción abre la Semana de Terror
'Atomik Circus' habla de amor, paternidad y 'show business'
Dicen los hermanos Thierry y Didier Poiraud, muy conocidos en Francia por sus trabajos publicitarios para grandes marcas, que su "estado espiritual corresponde a la serie B". "Es decir", aclaran, "hacer cosas estrafalarias con la mayor seriedad". Sus pretensiones quedan claras en Atomik Circus, disparatada película protagonizada por Vanessa Paradis que se proyecta hoy en la inaugución de la 15ª Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. "Es una historia estúpida" de ciencia ficción y rock and roll que habla del show business, la paternidad y el amor, según los propios realizadores.
El certamen, que proyectará hasta el 6 de noviembre más de 70 títulos -entre cortos y largos a concurso, títulos de la Hammer o de la sección Sexo Fantástico- ha apostado para su inauguración por un tipo de película que suele volver locos a los espectadores del Principal y que se presta a la juerga, uno de los marchamos de la Semana. Atomik Circus, a medio camino entre la ciencia ficción, los cómics y la serie B, es todo menos una película sesuda. Sus directores no tienen ningún empacho en reconocerlo: "No se puede esconder su carácter colegial", dijeron ayer.
La película narra la historia de James Bataille, un tipo condenado a 133 años de cárcel que logra escapar y va en busca de su chica, cantante en un pequeño pueblo. A su llegada, surgen del cielo extraterrestres que amenazan con acabar con todo. "No hay una historia", coincidieron los realizadores, "bueno, sí, pero es estúpida. Lo importante de esta película no es el fondo. La historia es la excusa para recrear un universo que nos gusta: el de lo fantástico, la ciencia ficción y del rock and roll", influidos, según dicen, por autores como John Carpenter o John Waters. "Pensamos que podríamos hablar así del show business, de la paternidad y de amor".
La música de Little Rabits supone un aspecto esencial de esta película con la que Paradis regresa al cine después de cinco años -su último trabajo fue La fille sur le pont, de Patrice Leconte-. ¿Por qué lo hace con este filme? "Me gusta embarcarme en aventuras que me apasionen, que me inunden de diversión. No hago muchas películas y cuando hago alguna quiero divertirme", asegura.
Los hermanos Poiraud se han ganado una buena reputación en Francia como publicistas. Por eso no tuvieron problemas para conseguir dinero para financiar la película, también de la televisión francesa. "El problema ha venido después. No se habían leído el guión y han descubierto que no es una película de estrellas, sino de género", dicen. Atomik Circus se proyectará después del corto Cuando nadie nos mira, de Pau Atienza, ganador el año pasado del Premio Canal +. Se trata de una dura historia ligada con la ciencia ficción sobre el mundo de las drogas, que protagonizan María Valverde y Nieve de Medina.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.