El gobierno local admite que muchas obras en colegios obligan a hacer contratos anómalos
A partir del próximo año, cuando el deterioro de un colegio requiera la intervención urgente de los operarios, la Gerencia de Urbanismo se limitará a apuntalar el edificio, desalojará a los escolares y contratará la reparación con una empresa. El gobierno municipal quiere poner así punto final a una situación que favorece las contrataciones irregulares "de urgencia": cuando la empresa llega a apuntalar el colegio, la junta municipal del distrito les pide que, de paso, realice una serie de obras necesarias en el centro, y eso engorda el contrato y da lugar al denominado "reconocimiento extrajudicial de crédito": un mecanismo irregular de contratación.
El pleno municipal aprobó ayer, gracias a la mayoría absoluta del PP, 91 expedientes de gastos de este tipo, que la oposición tacha de "irregulares" y que suman más de 15 millones de euros. Son gastos aprobados por el procedimiento de urgencia, principalmente para cubrir supuestos imprevistos en el servicio de limpieza urbana y obras en instalaciones municipales. "Aparecen cosas como que las obras de reparación en un colegio costaron más de un millón de euros. ¡Pero si con eso casi se construye un colegio entero!", ejemplificó el concejal socialista Félix Arias.
PSOE e IU recordaron que el equipo de Ruiz-Gallardón se comprometió a acabar con el mecanismo del reconocimiento extrajudicial de crédito, habitual en el mandato del anterior regidor, José María Álvarez del Manzano, y que no lo ha hecho. "Ya no nos pueden contar la milonga de que esos gastos son cosa de Manzano: 30 de los 36 expedientes de Urbanismo [el resto atañe a Medio Ambiente] fueron ordenados por el actual gobierno", subrayó Arias.
"Periodo de tránsito"
La concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, intentó defenderse alegando que, aunque el PP prometió no usar el reconocimiento extrajudicial salvo en casos excepcionales, éste es un "periodo de tránsito", y que cuando se amplían las obras en los colegios es para evitar "que a un niño se le caiga el techo encima". Pero anunció, a la vez, que a partir de ahora se acabó contratar así: "Hemos dado la orden hace unos días: cuando haya un deterioro serio en un colegio nos limitaremos a apuntalar los muros", aseguró. Los niños serán desalojados durante el tiempo que se tarde en contratar la reparación, por el procedimiento normal, y realizarla.
La medida, reclamada expresamente por la Concejalía de Hacienda, supone que los niños afectados podrían tener que pasar meses fuera de sus colegios, estudiando en otros centros o en barracones. "Sabemos que eso puede generar protestas, pero, si no lo hacemos, nunca acabaremos con los reconocimientos extrajudiciales. Lo que deben hacer las juntas de distrito es realizar, antes del inicio del curso, un inventario de los colegios que necesitan obras, para no tener que parar a mitad de curso a reclamar reparaciones de urgencia", argumentan desde Hacienda.
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