El Gobierno vasco reforzará la vigilancia contra el acoso escolar

La muerte de Jokin, el adolescente de 14 años que se suicidó el pasado 21 de septiembre después de sufrir durante meses las agresiones de sus compañeros de instituto en Hondarribia (Guipúzcoa), ha espoleado al Gobierno vasco a poner en marcha nuevas medidas para combatir el acoso escolar. Mientras, una compañera de clase de Jokin ha tenido que cambiar de centro por el acoso de algunos compañeros.

La consejera de Educación, Anjeles Iztueta, compareció ayer ante el Parlamento autónomo, para explicar la actuación de su departamento tras la muerte del joven. Iztueta no aportó novedades sobre este caso, actualmente bajo secreto de sumario, pero anunció una batería de medidas, que se añadirán a las que ya vienen funcionando, para intentar erradicar el bullying (matonismo) en los centros vascos.

El departamento desarrollará una organización de todos los colegios e institutos del País Vasco, aumentando la presencia de profesores en los momentos más propicios para el acoso, como los recreos y los cambios de clase. Iztueta pidió colaboración a los ayuntamientos para que extiendan esta vigilancia a las actividades de ocio que organizan con los jóvenes. Los centros también deberán elaborar un protocolo que explicite las normas de conducta en su interior. La consejera abogó porque los estudiantes de Secundaria se impliquen en su elaboración.

Otra disposición se pondrá en marcha hoy mismo, cuando el departamento reparta en los centros folletos informativos sobre el bullying y cómo actuar ante los acosadores. Los colegios distribuirán entre las familias esa información. Se trata de sensibilizar a padres y profesores para que no bajen la guardia tras lo ocurrido con Jokin.

Reforzar la formación del profesorado con más cursos sobre la violencia en el entorno escolar y una encuesta entre 3.600 escolares de Secundaria distribuidos en 80 colegios para establecer un diagnóstico preciso de la situación conforman otras de las medidas expuestas por la consejera. Iztueta lamentó que a pesar de todos los esfuerzos que se hagan, los casos de violencia entre escolares seguirán sucediendo. Los ocho compañeros de Jokin apartados de clase por maltratarle siguen expulsados del centro y con tutores en sus casas.

Una compañera de clase de Jokin en el instituto Talaia de Hondarribia en el que estudiaba el joven ha debido cambiar de centro a otro de San Sebastián por el acoso al que le sometían algunos compañeros. El caso fue comentado ayer tarde en Radio Euskadi por José Manuel Susperregui, portavoz de los organizadores de la manifestación convocada en apoyo de la familia de Jokin. Susperregui, quien afirmó que la menor está "sufriendo muchísimo", señaló incluso que sus antiguos compañeros "se han puesto en contacto" por Internet con los alumnos del nuevo centro "y allí la siguen acosando".

Iztueta confirmó en los pasillos de la Cámara de Vitoria que la alumna tuvo que ser trasladada a San Sebastián tras la muerte de Jokin. La consejera, quien precisó que la familia de la joven no ha elevado ninguna denuncia a su departamento, indicó que las causas del traslado "son varias" y que Educación está en permanente contacto con el nuevo instituto para que la alumna "tenga toda la ayuda" precisa.