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Bruselas rebaja al 2% el crecimiento de la UE en 2005, y el de España al 2,6%

La economía española presenta "un escenario desequilibrado" por el 'boom' inmobiliario

Carlos Yárnoz

La Comisión Europea pronosticó ayer que la economía española crecerá este año y el próximo el 2,6%, dos y siete décimas menos de lo previsto en primavera. El Gobierno español prevé que el crecimiento sea del 2,8% y del 3%. La causa es el impacto del encarecimiento del petróleo, que tendrá menos incidencia en Europa. Este año crecerá por encima de lo esperado; pero en 2005 la subida será inferior. Los datos de la economía española presentan, además, "un escenario desequilibrado" por estar basado en el endeudamiento derivado de la inversión inmobiliaria y, a la vez, España sigue perdiendo competitividad.

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El dato más preocupante para España es destacado en el título del capítulo correspondiente de las previsiones: "Perdiendo competitividad". El documento de Bruselas señala que la construcción sigue siendo un fuerte componente del crecimiento y que la fuerte demanda doméstica sigue aumentando las importaciones frente al escaso dinamismo de las exportaciones "debido a las pobres condiciones del mercado exterior y las pérdidas de competitividad derivadas de una inflación acumulada y de los diferenciales de productividad".

España, afirma la Comisión, "presenta un escenario desequilibrado de crecimiento basado en el creciente endeudamiento de los hogares relacionado con el boom de la construcción de casas". Esto, junto con "la elevada contribución negativa del sector exterior puede revelar alguna debilidad en la competitividad externa, lo que podría condicionar el desarrollo económico a medio plazo".

El año que viene, el crecimiento seguirá basado en la demanda doméstica, pero se espera un descenso en la inversión inmobiliaria, con la consiguiente desaceleración de la construcción, mientras las altas presiones inflacionistas "pueden afectar negativamente a la capacidad de compra de los consumidores". En 2006, el ritmo de crecimiento se elevará al 2,7%, todavía por debajo del potencial del país. Ese año, la construcción experimentará una nueva desaceleración, en este caso porque, como prevé Bruselas, empeorarán las condiciones para obtener créditos hipotecarios.

Las finanzas públicas, sin embargo, seguirán estando saneadas, aunque no tanto como se preveía en primavera, porque el actual Gobierno socialista ha decidido contabilizar las deudas de Renfe y RTVE, así como un crédito garantizado a Argentina. Por eso, España registrará este año un déficit del 0,6% y recuperará el equilibrio total en 2006. El ministro de Economía y ex comisario europeo, Pedro Solbes, manifestó ayer que no cree que las nuevas previsiones afecten a los Presupuestos del Estado.

Europa crecerá menos

Europa, según la Comisión, crecerá este año algo más (cuatro décimas) que lo esperado hace seis meses gracias al aumento de la actividad mundial, pero las cifras para el año que viene serán inferiores a las esperadas por el espectacular aumento del petróleo. El crecimiento en la zona euro será este año de 2,1% (cinco décimas más que lo anunciado), pero bajará al 2% el año que viene (tres décimas menos). Ha sido esa "nefasta" influencia del precio del crudo, como la califica el Ejecutivo comunitario, la que ha debilitado el repunte económico registrado este año. El conjunto de la UE crecerá en 2005 el 2,3%, dos décimas menos de lo previsto.

Para 2006, Europa recuperará de nuevo un cierto impulso y el crecimiento en la eurozona será de 2,2% (dos décimas más en la UE). Esa recuperación será posible, como puso ayer de relieve el comisario de Asuntos Económicos, el español Joaquín Almunia, gracias a unas políticas macroeconómicas adecuadas, una inflación baja, condiciones favorables de financiación, mayores márgenes de beneficios y avances en las reformas estructurales.

El cumplimiento de todas las previsiones actuales, no obstante, depende de la evolución del precio del crudo. Ante todas las conjeturas sobre su evolución, Almunia expuso ayer las que estima la Comisión: el precio del barril se mantendrá en torno a los 50 dólares este año; la media del año que viene se situará alrededor de 45,1 dólares, porque bajará hasta 42,5 en el cuarto trimestre del ejercicio, y será de 40,1 dólares como media en el año 2006.

Riesgos

Pese a esos datos, Bruselas considera que hay "algunos riesgos" para sostener sus previsiones y, entre ellos, el más negativo vuelve a ser la evolución al alza de los precios del crudo, "elevados y volátiles", sin olvidar los efectos de una probable corrección de los viejos desequilibrios presupuestarios en Estados Unidos. En el interior también subsiste la preocupación por el lento restablecimiento de la confianza de consumidores e inversores.

En el terreno del empleo, las previsiones de otoño indican que en la zona euro se crearán este año unos 600.000 empleos (800.000 en la UE) y las cifras prácticamente se duplicarán el año que viene. La tasa de paro se mantendrá estable, alrededor del 9%, antes de empezar a bajar en 2006. La inflación se mantendrá este año ligeramente por encima del 2% por el petróleo y el incremento de impuestos indirectos, pero bajará al 1,9% el año que viene y al 1,7% en 2006. Más preocupante resulta el desequilibrio presupuestario en la zona euro, con un déficit del 2,7% en 2003, que aumentará dos décimas más en este año antes de bajar al 2,5% en 2005. Alemania, Francia, Italia, Grecia y Portugal superarán este año el límite del 3% fijado en el Pacto de Estabilidad.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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