Ben Alí será reelegido hoy, por cuarta vez, presidente de Túnez
Túnez celebra hoy elecciones legislativas y presidenciales cuya única incógnita es si el jefe del Estado, Zin el Abidin Ben Alí, de 68 años, será reelegido con un porcentaje de votos que suba hasta el 100% o baje hasta el 99%. Ben Alí, que lleva 17 años en la presidencia, se presenta por cuarta vez después de haber enmendado la Constitución para solicitar un nuevo mandato. En anteriores elecciones obtuvo entre el 99,4% de los sufragios, en 2002, y el 99,7% en 1989.
Su partido, el Reagrupamiento Constitucional Democrático (RCD), obtendrá, por su parte, hasta un 80% de los 189 escaños del Parlamento porque las disposiciones legislativas vigentes reservan el 20% restante para medida docena de pequeñas formaciones de oposición.
En total, 4,6 millones de tunecinos son convocados hoy a las urnas en un país que ha gozado de un crecimiento económico sostenido, pero en el que la situación de los derechos humanos y de las libertades públicas es, según las organizaciones que los defienden, la peor, junto con Libia, en el norte de África.
Como en anteriores ocasiones, para preservar un pluralismo de fachada, otros tres candidatos concurren a las presidenciales. Dos de ellos, Munir Beji y Mohamed Buchiha, dirigentes de minúsculos partidos, alaban durante su campaña la gestión de Ben Alí.
El tercer aspirante, Mohamed Ali Haluani, de 57 años, líder del movimiento de izquierdas Ettajdid, es un auténtico adversario que ha denunciado la "carencia de condiciones para una auténtica competición" electoral. Considerado demasiado crítico, su programa electoral fue censurado por las autoridades y su nombre apenas apareció en la prensa. Haluani ha recabado el apoyo de decenas de abogados, pero el grueso de la oposición preconiza el boicoteo de las urnas.
Otra formación de oposición legal, el Partido Democrático Progresista, al que la legislación no permite presentar un candidato a la presidencia pero que sí concurría a las elecciones parlamentarias, anunció el jueves que retiraba a sus 89 aspirantes a un escaño. Su manifiesto electoral también había sido requisado por ser excesivamente crítico con el régimen.
