Caldera refuerza la inspección para bajar la siniestralidad

El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, quiere reforzar los medios humanos y materiales de la Inspección de Trabajo para reducir la elevada siniestralidad laboral, y prepara para ello un paquete de medidas que se propone debatir en el proceso de diálogo social para que puedan entrar en vigor en el primer trimestre de 2005. El plan incluye una normativa que habilitará a los técnicos de las comunidades autónomas (800 personas) para que puedan colaborar y actuar con la Inspección de Trabajo.

El cuerpo de inspectores (ahora con 780 profesionales en activo) y de subinspectores (860) también se va a reforzar con más personal, y a través de una mayor dotación de medios económicos. En el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2005, la dotación sube un 6% respecto a este año y, según fuentes de Trabajo, se negocia incrementarla (previsiblemente hasta el 9%) en el debate parlamentario a través de una enmienda del grupo socialista.

También con el propósito de atajar la elevada siniestralidad, y para arraigar "la cultura de la prevención", el ministerio quiere desarrollar en el próximo trimestre el reglamento de prevención de riesgos, así como elaborar un decreto que regule la actividad de las mutuas de accidentes de trabajo en tareas preventivas.

En coordinación con las comunidades autónomas, se pretende dar un papel más relevante al Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, reformando su estructura para corregir la pérdida del 30% de sus técnicos que se ha producido en los últimos ocho años. Para esta medida, el ministro asegura que "hay soporte presupuestario" suficiente. En ese paquete de medidas, figura también que, en 2005, debe hacerse realidad la creación de un observatorio permanente de los riesgos laborales.

Caldera aseguró ayer que se ha marcado como objetivo reducir la siniestralidad laboral hasta la cifra media de la Unión Europea, "si es posible en esta legislatura". España tiene una tasa de 6.569 accidentes con baja por cada 100.000 trabajadores ocupados, mientras que en la UE esa cifra es de 4.500 accidentes. El compromiso del ministro supone reducir un 40% la tasa de siniestralidad y ayer puso como referencia la bajada que se ha producido en tres años, cuando la cifra de accidentes con baja estaba en 7.558 siniestros por cada 100.000 ocupados.

Gasto del 3% del PIB

El ministro cree necesario poner remedio a una siniestralidad que, además de "las pérdidas humanas -548 trabajadores muertos en los siete primeros meses de este año-, tiene un enorme coste económico". Según las estimaciones de diferentes estudios, los accidentes laborales conllevan unos gastos de entre el 2% y el 4% del producto interior bruto (PIB). El titular de Trabajo hizo estas declaraciones durante la jornada de clausura de la Semana Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo que se ha desarrollado desde el pasado día 18.

Además del reforzamiento de las tareas de inspección, Caldera mostró su convencimiento de que la reducción de los accidentes de trabajo "depende de la prevención, pero tiene mucho que ver con el conjunto de la política laboral". Él comparte el criterio de los agentes sociales de que "hay una relación directa entre precariedad o trabajo en la economía irregular y más accidentes laborales".