La FIAC de París se centra en los jóvenes
La FIAC 2004, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de la capital francesa, levantó ayer el telón de su 31ª edición con ánimos renovados. De entrada, porque cuenta con una nueva directora artística, la neozelandesa Jennifer Flay, y porque la competencia de Frieze, la feria londinense que la precede y que comenzó en 2003, se ha revelado menos temible de lo temido. "Hemos creado un espacio para galerías con menos de tres años de vida", explica Jennifer Flay, "que hemos bautizado como Futur Quake (Temblor futuro) porque estamos asistiendo a un cambio generacional y sabemos de la dificultad que encuentran los galeristas que comienzan". Flay propone también a los debutantes alquilarles los stands a mitad de precio y les pide que pongan a disposición del público obras por un precio que no supere los 5.000 euros. "Además, por primera vez, abrimos las puertas a los diseñadores".
La FIAC 2004 cuenta con 214 galerías y acoge a galeristas de 23 países. "Queremos demostrar que en París existe una verdadera energía artística". Difícil cuando muchos de los grandes coleccionistas son americanos y los EE UU, por razones estrictamente políticas, procuran marginar en la medida de lo posible la antigua capital mundial del arte. "Se pretende que Francia aparezca como un país has been (pasado de moda), dice uno de los miembros de la dirección de la FIAC, al tiempo que explica cómo Londres ha boicoteado la posibilidad de poner en marcha un Eurostar arty, un tren para coleccionistas que permitiera que quienes acuden a Frieze pudieran desplazarse sin problemas a la FIAC. "En cualquier caso, conviene no olvidar que el principal coleccionista de arte contemporáneo del mundo es la Deutsche Bank, que posee más de 50.000 obras", dice Flay.
La presencia española, grandes figuras históricas al margen, no es muy numerosa pero incluye una estupenda exposición de fotografías de Alberto García Alix, pinturas de Darío Urzay y Miquel Mont, también fotos de José Manuel Ballester y Castillo del Naya, así como vídeos e imágenes de Jordi Colomer, a quien el Instituto de Arte Contemporáneo de la ciudad de Villeurbane dedica también estos días su atención.
