Quirós estrena en Córdoba un documental sobre Tino Casal

José Antonio Quirós, director de Pídele cuentas al Rey, estrenó ayer en Córdoba el documental Gran Casal, me como el mundo. La cinta narra la intensa vida del cantante Tino Casal, considerado uno de los padres de la movida de los ochenta. Alaska, Fabio Mcnamara, Paco Clavel, Damaris Montiel y Conchita Casal son algunos de los personajes que se pusieron frente a la cámara de Quirós para hablar de Casal, quien murió en un accidente de tráfico a los 41 años.

El pintor cordobés Antonio Villa-Toro viajaba en aquel coche en 1991. "Íbamos por la carretera de Castilla y llovía mucho. De un terraplén, se desprendió barro sobre la carretera y el coche se salió". Villa-Toro era "casi un hermano" para Casal. Cuenta que han elegido Córdoba para estrenar la película porque era una ciudad especial para Casal. "Veníamos mucho aquí y a mi pueblo, Castro del Río", afirma Villa-Toro, quien también aparece en la cinta.

El documental, que tiene una duración de 75 minutos, no tendrá una difusión comercial al uso. Su director tiene pensado realizar proyecciones en distintas ciudades españolas y programar coloquios que giren en torno a la figura del cantante: "Es un trabajo que invita a la reflexión". Una copia provisional, y sin el montaje definitivo, se proyectó en el Festival de Málaga de este año, dentro del apartado de documentales de la sección informativa. "Nos sorprendimos porque fue uno de los documentales más vistos del festival", afirma el director.

"En un principio, la idea era realizar una película de ficción, pero cuando nos fuimos documentando vimos que era mejor que los personajes que lo conocieron contaran su historia", afirma el realizador. ¿Y cómo era Casal? "Una mezcla de glamour y provincianismo (...) Un personaje con claroscuros (...) Alguien capaz de lo más hortera y de lo más sensible", explica Quirós.

El director no conoció en vida a Casal y confiesa que se ha sorprendido al profundizar en su historia: "Era un gran productor y estupendo escultor. Realizó ocho esculturas y cuando murió, se subastaron por un dineral. Además, llegó a pintar 150 óleos... Creo que no respondía al tópico de superficialidad que se le atribuía".

Casal es para muchos el padre de la generación de la movida de los ochenta. Quirós cuenta como personajes como Alaska o Fabio Mcnamara explican en el documental que los jóvenes de aquella época, cuando Casal viajaba a Londres, esperaban su vuelta para que les contara lo que había visto. "Era el maestro en un mundo de jóvenes", afirma el realizador.

Pero, según Quirós, Casal también es tragedia. Precisamente, la cinta arranca con la enfermedad que casi termina con la vida del cantante. A Casal le diagnosticaron una necrosis, pero en aquella época, estaba de gira y no quiso interrumpirla. Así que la necrosis se le extendió por la cadera y, durante una actuación en Valencia, se desplomó sobre el escenario. "A partir de la enfermedad comenzó un declive... Él se negaba a envejecer", afirma el director. Poco tiempo después, Casal murió en la carretera de Castilla cuando iba a una grabación.