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El mal de la 'lengua azul' se extiende a 10 explotaciones de rumiantes de Cádiz

La enfermedad de la lengua azul que se detectó la semana pasada en una explotación bovina de Jimena de la Frontera (Cádiz) se ha extendido a diez fincas, localizadas todas en un radio de 20 kilómetro del primer foco de esta infección vírica, que afecta ya a vacas, cabras y ovejas. El consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, informó ayer en Sevilla de estos datos a los representantes de las asociaciones agrarias y, después los divulgó en conferencia de prensa.

Pérez Saldaña y los presidentes de Asaja, Ricardo Serra, y UPA, Agustín Rodríguez, recalcaron que la enfermedad no ocasionará problema de salud alguno -el virus no sobrevive en la carne del animal una vez sacrificado ni se contagia a humanos-, aunque sí puede causar un grave problema económico a los ganaderos. Esta especie de fiebre catarral, considerada de rápida propagación por las autoridades de sanidad animal, puede originar temblores, edemas y hemorragias en los animales; la tasa de mortalidad es baja entre las cabañas bovina y caprina, pero puede ser alta en la cabaña ovina si no se trata adecuadamente.

La declaración de la enfermedad vírica obligó a la Junta a declarar una zona de vigilancia de 150 kilómetros alrededor del primer foco y a dictaminar la inmovilización de las reses de rumiantes en ese área. Pérez Saldaña especificó ayer que la inmovilización afecta a 1,4 millones de cabeza de ganado: todos los rumiantes de las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla; y los de las comarcas onubenses de La Palma del Condado y Almonte, las comarcas granadinas de Alhama de Granada y Loja y las comarcas cordobesas de Lucena, Montilla y Posadas.

Vacunación aplazada

La declaración de la enfermedad -habitual en África y ocasionada por la picadura de mosquitos que podrían haber llegado a Andalucía de Marruecos-, conlleva también la prohibición de exportar reses vivas a la Unión Europea, una medida que el comité permanente de la cadena alimentaria confirmará hoy y que, según el consejero de Agricultura, se puede prolongar durante un año.

La prohibición de exportar a la Unión Europea reses vivas obligará a reforzar la capacidad de los mataderos andaluces y las vías de distribución, un objetivo para el que Pérez Saldaña comprometió el respaldo público. El periodo de prohibición puede rebajarse si la comunidad acepta un dispositivo especial de vigilancia y si otras medidas, como la vacunación, tienen éxito. El consejero de Agricultura indicó que hasta mediados de semana no se conocerá el resultado de los análisis a los animales afectados, que determinaran el tipo de vacuna a aplicar; las previsiones de la Consejería son vacunar a 600.000 ovejas (las más sensibles a la enfermedad) distribuidas en más de 2.000 explotaciones. Agricultura publicará el viernes una orden en la que detallara como afecta la inmovilización a fiestas populares y toros de lidia.

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