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Entrevista:WALID JUMBLAT | Líder druso de Líbano

"La presencia de los servicios secretos sirios es insoportable"

Walid Jumblat, de 55 años, se ha convertido en un símbolo de la oposición libanesa ante las injerencias de Siria. Mas allá de la presencia de los 15.000 soldados de Damasco en su país, de los dictados políticos y de las tutelas permanentes, este dirigente druso se queja de la presencia e influencia de los servicios secretos sirios, que hacen "insoportable la vida en Líbano".

Las quejas de Jumblat han tenido estos días una respuesta fulminante; un coche bomba ha estado a punto de acabar con la vida de uno de sus colaboradores, el ex ministro y diputado Marouan Hamadeh.

Pregunta. El atentado con coche bomba contra el diputado y ex ministro Hamadeh perpetrado el pasado día 1 de octubre en Beirut me ha hecho recordar el asesinato de su padre, en marzo de 1977, en un momento también de enfrentamiento y polémica con Siria. ¿No está de acuerdo?

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Respuesta. Prefiero no opinar. Hay que ser muy prudentes y cautos en el momento de lanzar acusaciones sobre la autoría del atentado. En cualquier caso, hay que reconocer que hay una cierta similitud entre los dos sucesos.

P. ¿Por qué han escogido a este diputado y ex ministro como víctima?

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R. Es un hombre clave, un hombre de diálogo y compromiso. Con otros 29 diputados drusos del Parlamento se opuso a la prolongación del mandato del presidente Emile Lahoud, una operación de inspiración siria. Hamadeh había, además, presentado su dimisión como ministro de Economía junto con otros cuatro compañeros de Gabinete.

P. ¿Quiere esto decir que el atentado ha rozado su propia piel, la de Walid Jumblat?

R. Considero que el atentado contra Marouan ha sido en realidad una advertencia que han dirigido contra mí, como símbolo de una oposición democrática, que lucha por la independencia de Líbano.

P. En cualquier caso, ¿es clara su oposición a la presencia de las tropas sirias en Líbano?

R. Yo estoy de acuerdo en la aplicación de los Acuerdos de Taef en 1991, en la que se pactó la presencia de las tropas sirias en Líbano, pero también estoy de acuerdo en que éstas se supediten a un calendario, a un timing. El tema es cómo sacar a estas tropas de Líbano. Hay que hacerlo poco a poco, de manera gradual, sin provocar el caos, sin herir sensibilidades, ni causar malentendidos. ¿Saben lo que dicen ellos? Si nos vamos, será el caos y entonces vendrán los israelíes.

P. ¿Lo más grave de esta injerencia siria es su presencia militar?

R. No, éste no es el problema más grave. Lo peor es la presencia de los servicios secretos, su permanente intromisión en la vida pública libanesa, en las libertades. Esto es insoportable. Habrá oído hablar del cierre de la emisora de televisión..., de la detención de activistas, o de la parálisis del Consejo Constitucional.

P. Pero lo que más parece irritarle es la prolongación por cuatro años del mandato del presidente Lahoud, lograda por una modificación polémica de la Constitución...

R. Estoy en contra por principio. No sólo porque es anticonstitucional, sino porque además esta maniobra es la gota de agua que ha llenado el vaso de la injerencia siria en Líbano. No vamos a negociar nada con respecto a este tema. No vamos tampoco a entrar en ningún Gobierno de unidad nacional mientras Lahoud sea el presidente. Durante 27 años he sido un aliado de Siria, pero ha llegado ya el momento de hacer una relectura de las relaciones entre Siria y Líbano. Hay que establecer relaciones francas, sanas y benéficas entre Siria y Líbano.

P. ¿Estará entonces de acuerdo con la reciente resolución 1.559 de la ONU exigiendo entre otras cosas la retirada inmediata de las tropas sirias?

R. Estoy de acuerdo con algunos puntos de esta resolución. Por ejemplo, con respecto al Ejército creo que hay que aplicar los Acuerdos de Taef. Estoy en contra de la presencia de los servicios secretos. No estoy a favor del desarme de Hezbolá, porque se trata de una expresión de la resistencia libanesa. Estoy también de acuerdo con el desarme de las milicias palestinas. ¿Para qué quieren armas en el interior de los campos de los refugiados? ¿Para luchar contra Israel? Sólo sirven para provocar enfrentamientos entre ellos.

Walid Jumblat, en Beirut en agosto de 2001.
Walid Jumblat, en Beirut en agosto de 2001.AFP

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