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La Generalitat reclama al Gobierno que anule el proceso a Companys

Maragall quiere que el homenaje de mañana precipite la revocación de sumarios del franquismo

La Generalitat de Cataluña y los partidos de izquierdas que lo apoyan pidieron ayer al Gobierno central la anulación del juicio sumarísimo contra Lluís Companys, el presidente de la Generalitat republicana fusilado por el franquismo en 1940, y el de todos los represaliados por el régimen del general Franco. El Gobierno catalán confía en que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero iniciará el proceso para la anulación de los juicios mañana mismo, coincidiendo con el 64º aniversario del fusilamiento de Companys, aunque anoche las conversaciones aún no habían concluido.

Por vez primera, un destacado miembro del Gobierno central -su vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega- asistirá al acto de homenaje al presidente entregado por los nazis al Gobierno del general Franco. La llegada de la izquierda a la Generalitat ha dado nuevos bríos a un homenaje que hasta ahora tenía un perfil bajo y que el presidente catalán, Pasqual Maragall, espera que sirva no sólo para "honrar" al mandatario, sino también para revisar todos los juicios sumarísimos del franquismo.

El consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, reclamó ayer en nombre del Ejecutivo "la anulación del juicio a Companys" y la elaboración de una ley que revoque " los juicios de la dictadura". El portavoz del Partit dels Socialistes (PSC), Miquel Iceta, formuló la misma petición y ambos subrayaron que reclaman la anulación, que no la revisión: "No aceptamos la legalidad de la dictadura", dijo Iceta.

Fuentes del Gobierno catalán expresaron su confianza en que la histórica presencia de Fernández de la Vega en el homenaje de mañana no se quede sólo en el gesto, sino que irá acompañada del anuncio de anulación del consejo de guerra a Companys. Ayer seguían los contactos entre la Generalitat y el Gobierno del PSOE para acotar hasta dónde llegará el compromiso del Ejecutivo del PSOE, pero la Generalitat confía en que se aproximará a dos iniciativas parlamentarias ya suscritas por el PSOE.

La primera es la proposición de ley aprobada el pasado 28 de septiembre en el Congreso, en la que ya se instaba al Gobierno a "iniciar las acciones necesarias que permitan la anulación del consejo de guerra" a Companys. La segunda, una propuesta presentada en septiembre de 2003

por el entonces portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, en la que se reclamaba un proyecto de ley para "la anulación de los fallos injustos emitidos en los juicios sumarios" del franquismo ante la "ilegitimidad" de los tribunales.

Esquerra Republicana (ERC) querría ir más lejos y reclama que el Estado "pida perdón" por el fusilamiento a Companys, una posibilidad que Iceta volvió a rechazar ayer. Los republicanos consideran que el gesto de Fernández de la Vega sería "estéril" si no estuviera acompañado al menos del anuncio de la anulación del consejo de guerra.

El programa de mañana aún no está cerrado, pero durará todo el día. A primera hora, el Gobierno catalán en pleno realizará una ofrenda floral ante la tumba del que fue presidente de la Generalitat. Después, se reunirá en sesión extraordinaria y aprobará una declaración. Si todo sale de acuerdo con lo previsto, la jornada seguirá en Madrid porque el Consejo de Ministros aprobará iniciar el camino para anular el consejo de guerra. Y acabará, por la tarde, en un acto "corto, pero solemne", en los fosos de Santa Eulàlia, en Montjuïc, donde Companys fue fusilado.

Fernández de la Vega acudirá a este último acto, pero en principio tomarán la palabra sólo Maragall, el conseller en cap, Josep Bargalló, y el número tres del Gobierno, Joan Saura. El gran acto de desagravio se deja para el año próximo, coincidiendo con el 65º aniversario, la posible culminación del proceso para anular el consejo de guerra y la asistencia de Zapatero.

El PSC ha editado 10.000 carteles reivindicando la figura de Companys y presentándolo como un "presidente de izquierdas" junto al logotipo de los socialistas. La iniciativa no ha gustado a sus socios de Esquerra, el partido en el que militó Companys. La portavoz republicana, Marina Llansana, afirmó que Companys fue "el presidente de todos los demócratas catalanes, no sólo de los de izquierda".

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