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El muro de Martorell

"Esto no quedará así". Lo dijo el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, ante la alcaldesa de Martorell, Dora Ramon, y vecinos de la calle de Montserrat, cuyo acceso al centro de la población ha quedado cortado por un muro de seis metros de altura (como se aprecia en la fotografía). El muro de Martorell forma parte de una caja por cuyo interior discurre la línea de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC).

El proyecto fue elaborado por el Ejecutivo de CiU ("no quiero enjuiciarlo", reiteró Nadal) y aprobado cuando el gobierno municipal de Martorell era también de CiU. La alcaldesa (PSC) puso ayer a Nadal ante el muro y el consejero asumió el compromiso de buscar una solución. "No puedo decir que será demolido, pero sí que buscaremos una solución que integre las viviendas, ajardinando entornos y facilitando accesos". En el proyecto se incluirá la comunicación entre las estaciones de Ferrocarrils y Renfe, que se hallan ambas en las misma zona.Una de las líneas de Ferrocarrils de la Generalitat en Martorell está siendo desmontada, ya que el trazado será utilizado por el tren de alta velocidad. A cambio, se gana un nuevo trazado en el interior de la población y una nueva estación, que está en avanzado estado de obras. La estación se halla situada justo al lado de la de Renfe, cuya reforma empezará en breve. Los intentos de la población de coordinar ambos trabajos y, además, la reforma de todo el entorno han sido baldíos. Las anteriores administraciones no pudieron o no quisieron ponerse de acuerdo. A lo sumo aceptaron construir una especie de puente que permita a los usuarios pasar de una a otra, eso sí, con salida a la calle.

El director de Puertos y Transportes de la Generalitat, Jordi Julià, y el presidente de Ferrocarrils, Joan Torres, creen que lo que hace falta es que el conjunto de las dos estaciones forme un intercambiador potente para los trenes de Cercanías con los de Ferrocarrils, con origen o destino en Igualada y Manresa. El resultado ha sido el compromiso de unificar las dos instalaciones y dotarlas de un sistema de comunicación que convierta el todo en un intercambiador que no perturbe los movimientos de los pasajeros que tengan que cambiar de tren. Además, se aprovechará la demolición de uno de los edificios de Renfe para formar una amplia plaza de uso ciudadano.

Joaquim Nadal visitó ayer las obras en Martorell y también la cobertura de las vías en Rubí y otras instalaciones de la empresa ferroviaria catalana. En los talleres que FGC tiene en Rubí, Nadal era esperado por un abanico de directivos. Un gesto nada grato a un consejero poco amigo del boato. El resultado fue que durante la visita se descolgó con un comentario que sacó los colores a alguno de quienes habían acudido a saludarle. Señaló un rincón del techo y preguntó: "Y las telarañas, ¿quién las quita?".

Joaquim Nadal, ayer, frente al muro construido en Martorell.
Joaquim Nadal, ayer, frente al muro construido en Martorell.CONSUELO BAUTISTA

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