A pesar de Irak
La buena marcha de la economía y la confianza de los electores en que el liberal John Howard tiene más solidez para conducir a Australia en estos tiempos de inseguridad han pesado más en los electores que cualquier crítica al total alineamiento con Bush en Irak. La victoria de la coalición liberal-nacional ha sido holgada frente a un laborismo capitaneado por el bisoño Mark Latham. Controlará no sólo la Cámara baja, sino también, por vez primera desde 1981, el Senado, y podrá así aprobar a su antojo las leyes que permitan mayor concentración de medios en favor del magnate Rupert Murdoch.
Los laboristas plantearon estas elecciones como un referéndum sobre la participación australiana en Irak. Se equivocaron, lo que les ha valido una de las más serias derrotas de su historia. Latham, que sólo cogió en diciembre las riendas de su partido para conducirlo al centro, ha sido visto como demasiado falto de experiencia y con un programa confuso en estos momentos de amenaza del terrorismo global y de inestabilidad por la guerra de Irak. Es una imagen que Howard lanzó machaconamente contra su adversario, como Bush contra Kerry (aunque los australianos prefieren a éste).
En la campaña no hubo ni un asomo de arrepentimiento de Howard sobre la participación de Australia en la invasión de Irak, pese a los informes que han confirmado que Sadam Husein no tenía ya armas de destrucción masiva. Pero tampoco Howard quiere comprometerse a aumentar el contingente australiano de unos 850 soldados que no están ahora en labores de combate. El alcance de la participación de las unidades especiales australianas antes y durante la invasión es un secreto bien guardado. Howard, primer ministro desde 1996, ha transformado a su país en una potencia regional económica y militar, aliada central de Estados Unidos en la zona y más allá -incluido su rechazo al acuerdo medioambiental de Kioto-, y previsiblemente la afianzará en este papel en los tres años de la nueva legislatura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.