Proyectos en China
El urbanista Eduardo Leira recibe el Premio Coconut Island, de Hainan, por su "entusiasta" contribución al desarrollo del país
El urbanista Eduardo Leira (Madrid, 1944) recibió en el 55º aniversario de la revolución china el Premio Coconut Island por su contribución al desarrollo del país. El premio incluye una placa, que señala el "entusiasmo" de su trabajo en la provincia de Hainan, y una medalla, además de una historia caligráfica sobre la ciudad y el agua, que Leira ha enmarcado en su estudio de El Viso, de Madrid. Otros arquitectos españoles penetran a golpe de concurso en el mayor mercado de la construcción.
Eduardo Leira (www.i3consultores.com) ganó hace un año el concurso (por invitación a tres equipos) de propuestas sobre la ciudad de Haikou, capital de Hainan, la isla más al sur de China,tan grande como Aragón, con ocho millones de habitantes. La isla, dentro de la actual fiebre de crecimiento, llamada por los chinos la Isla de los Cocoteros, está situada en el mismo paralelo que Santo Domingo y presenta las mismas condiciones y atractivos que las islas del Caribe.
La isla se quiere convertir en el Caribe para los chinos, con un modelo capitalista
En este Caribe chino trabaja Leira desde 2001, a través de un empresario catalán de la industria de la alimentación, con otros proyectos para Sanya, al sur de la isla, con una gran bahía y dos ríos. Uno de ellos es la ordenación de 38 kilómetros de costa. En Haikou, el proyecto se centra en la ordenación de los frentes de agua, que incluye grandes proyectos urbanos singulares, como la Torre en el mar, un conjunto de edificios que forman una flor y una exposición sobre el turismo de la China de hoy. El urbanista cree que la ciudad se tiene que convertir en sí misma en un atractivo turístico adicional al mayoritario de sol y playa. También en Haikou proyecta, para promotores privados, un hotel, apartamentos y villas en 600 metros de playa, con posibilidades de gestión de empresas españolas, como ocurre con otras industrias.
El estudio de Leira se ha especializado en el urbanismo relacionado con los frentes marítimos y bordes de agua, en ciudades con río, como sus propuestas de ordenación para Bilbao (ya en 1989 se planteó la ría como parte de la ciudad), Avilés y Almería. "Estamos haciendo grandes proyectos urbanos en la frontera con el urbanismo y la arquitectura. En China todo es grande. Es como en España hace 20 años, pero con menos desarrollo y también menos aislados. Tienen ganas de transformarlo todo y no pestañean ante todo tipo de propuestas, después vendrán las posibilidades reales", declara Leira. "El modelo urbano es absolutamente capitalista, de pedir al sector privado que haga los espacios públicos a cambio de suelo, lo que provoca corrupción. Sigue la capacidad del poder político y la toma de decisiones de tipo autoritario. Tiene la ventaja de ordenar un territorio de conjunto, que permite jugar con elementos en altura como hitos, pero con densidades controladas". El furor de desarrollo tiene una cifra: el 6% de las rentas altas (son 80 millones de chinos) superan tres veces nuestra renta y el doble de la de Alemania.
China llama a las estrellas de la arquitectura (Herzog y De Meuron, el estadio olímpico de Pekín 2008; Koolhaas, la sede de la televisión) y entre ellas se cuelan proyectos y obras de españoles, como José Luis Mateo (auditorio), Sancho y Madridejos (ordenación de un barrio), Torres y Martínez Latorre (viviendas), Tuñón y Moreno Mansilla (viviendas), Sánchez Lampreave (ordenación). Vicente Guallart pasa esta semana en Taiwan, donde transforma tres puertos en el norte de la isla en lugares turísticos y mejora del espacio público. "Los españoles aportamos calidad urbana y edificios singulares".
Babelia
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