El alcalde de San Fernando pide que Izar no se cierre y que "en el futuro se incorporen jóvenes"

Antonio Moreno (San Fernando, 51 años) reconoce que se ha quitado la corbata el último mes para estar al lado de su pueblo. "Es donde tiene que estar un alcalde, defendiendo a su gente y a sus trabajadores", explica el primer edil isleño, quien ha auspiciado en las últimas semanas una serie de acciones de presión y protesta en contra de los planes de la SEPI, que barajaron en principio el cierre, el traslado o la privatización de la factoría del astillero Izar de San Fernando, antigua Bazán, con más de 300 años de historia y una plantilla de 1.300 empleados.

Desde que estalló la crisis de Izar, el alcalde de San Fernando (Cádiz, 93.000 habitantes, 6.234 parados) ha creado un gabinete municipal de crisis; ha arengado al Consejo Local de Participación Ciudadana; ha llamado a la movilización vecinal; ha dictado dos bandos -en uno de ellos apeló incluso a la "rebeldía juvenil"-; se ha colocado detrás de los cortes de carretera con barricadas ardiendo; ha suspendido los actos de conmemoración del bicentenario de las Cortes; ha apoyado la convocatoria de una huelga general, y se ha puesto a la cabeza de una manifestación de más de 25.000 personas -la más multitudinaria en la historia de esta localidad-. "Bazán no se cierra, Bazán somos todos", repite sin descanso Moreno el eslogan de las movilizaciones sindicales para justificar su conducta. Con todo, no cree que su figura política se haya revalorizado entre sus ciudadanos por este episodio. "Mis vecinos siempre saben que toda mi vida he estado a su lado", precisa.

Su comportamiento ha sido reprochado por el PSOE andaluz y gaditano, que le han acusado, junto al resto de la comisión de alcaldes, de desvirtuar y entorpecer con sus protestas las negociaciones entre la SEPI y los sindicatos. Incluso el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, cuestionó a Moreno. "Me descalifican él y otros, cuando lo único que he hecho es cumplir con mi primera obligación, defender mi ciudad y no ir en contra de nadie. Esos que me critican ahora estaban antes conmigo en las manifestaciones a favor del futuro de los astilleros. Yo no he cambiado, son otros los que han cambiado porque ahora hay un Gobierno socialista en Madrid", afirma el alcalde, quien además ha sido la voz del PA en esta crisis en el Parlamento Andaluz y ha remitido una carta al comisario europeo de la competencia, Mario Monti, responsable directo de las millonarias sanciones impuestas por la Unión Europea a Izar por haber recibido ayudas públicas que Bruselas consideró ilegales.

Ahora que los sindicatos han aplazado sus protestas tras el compromiso de la SEPI de no cerrar ninguna factoría, Moreno tiene claro cómo se recordará este episodio en la historia de San Fernando si finalmente este municipio conserva su planta naval. "Una vez un pueblo, unido con todas sus fuerzas vivas, fue capaz de doblegar la voluntad del Gobierno central", asegura el alcalde con cierta expresión de alivio porque, según alerta, San Fernando "tendría un futuro muy complicado sin Bazán". "Se produciría una fractura social, económica y además sentimental porque perdería una de sus señas de identidad", añade. "Sólo así se entiende que la población de San Fernando se ha rebelado y se ha echado a la calle", explica. Con todo, advierte de que es "importante conocer cómo no se va a cerrar Izar". "Esto es, ¿en qué condiciones y cómo van a permanecer abiertos?", pregunta. "Hay que luchar por todos los puestos de trabajo para que haya posibilidad de que en el futuro se incorporen nuevos jóvenes para que no tengan que emigrar a Castellón", añade. En este sentido, aplaude la unidad de negocio que ha propuesto el presidente andaluz, Manuel Chaves, en la Bahía de Cádiz para que actúen coordinadamente y bajo la misma carga de trabajo los tres centros de producción de San Fernando, Puerto Real y Cádiz. "Ante cosas sensatas como ésta, yo agradecí personalmente a Chaves este anuncio", afirma.