Tadic: "A quien me pregunta dónde está Mladic le hablo de Bin Laden"

Borís Tadic, el prooccidental presidente de Serbia, considera que el mayor obstáculo a la reintegración de su país en la comunidad internacional es su incapacidad de detener y entregar al Tribunal de La Haya a Ratko Mladic, el general buscado como responsable de crímenes de guerra, incluida la matanza de Srebrenica en 1995. "No sabemos dónde está", dijo ayer en Bruselas. "De hecho, no puedo decir ni que esté en Serbia".

No menor obstáculo es la crónica inestabilidad política serbia. Ayer mismo, los ultranacionalistas anunciaron en Belgrado que reclamarán la destitución de Tadic por pedir a los serbios que voten en las elecciones del día 23 en Kosovo.

Tadic, de 46 años, elegido en junio pasado con una plataforma de moderación extraña al medio ambiente político balcánico, acudió ayer a Bruselas en una más de sus etapas para normalizar a su país. La integración de Serbia está supeditada a la entrega de Mladic y otros acusados al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, que juzga al ex presidente Slobodan Milosevic.

"No sabemos dónde está" el general Mladic, dice Tadic. "A los que me preguntan que cómo es posible, les respondo que también hace años que se busca a Osama Bin Laden y que la SFOR

[Fuerza de Estabilización de la OTAN en Bosnia-Herzegovina] también lleva años buscando a Radovan Karadzic", el líder serbobosnio bajo el que servía Mladic. "De hecho, no puedo decir ni que esté en Serbia".

"Anoche me dirigí a la nación y dije que la cooperación con el Tribunal es condición previa para volver a la comunidad internacional", señala. "Eso y las elecciones de Kosovo". Esta cita del día 23 es el desafío inmediato a que se enfrentan Serbia y el propio Tadic. Haciéndose eco de las peticiones de la comunidad internacional y por convicción propia, Tadic pidió a los serbios de Kosovo que vayan a votar. Fue hurgar en el avispero, pues a esa participación se oponen el primer ministro, Vojislav Kostunica, la iglesia ortodoxa y los partidos radicales, que ayer acusaban a Tadic de traidor y anunciaban que buscarán su destitución.

Tadic explica las dificultades a que ha tenido que enfrentarse. "Desde 1999, los serbios y otras minorías en Kosovo no tienen protección, y así es como se produjo el pogromo del pasado mes de marzo", cuando decenas de miles de albaneses asesinaron a 19 serbios, saquearon y destruyeron en cuatro días de odio desbordado. Las dos terceras partes de la antigua población serbia de Kosovo viven ahora refugiadas en Serbia, huyendo del avance albanés.

Quienes se oponen a la consulta alegan que con un 90% de la mayoría albanesa en Kosovo, incitar a la participación equivale a dar el visto bueno a la independencia de la provincia administrada por la ONU. "La independencia de Kosovo es totalmente inaceptable", dice Tadic, que profetiza una nueva guerra. "Independencia significaría años de inestabilidad en Serbia, incremento de radicalismo y luchar contra otros por nuestros intereses nacionales".