El sector campista en Alicante da marcha atrás y anuncia que no abrirá oficinas paralelas a las del PP

Los alcaldes de Alicante, Luis Díaz Alperi; Torrevieja, Pedro Hernández Mateo; Crevillent, César Augusto Asencio, y el subdelegado del Consell en Elche, Manuel Ortuño, dieron marcha atrás ayer y anunciaron que no pondrán en funcionamiento la estructura paralela a la del PP que tenían preparada para recabar apoyos en favor del presidente regional, Francisco Camps. Los alcaldes y el subdelegado del Consell, que han iniciado una campaña por correo -a la que se ha sumado el ex diputado autonómico y edil alicantino Luis Concepción- para lograr el máximo número de compromisarios al congreso regional del PP, dijeron ayer que no pondrán en funcionamiento sus oficinas en Elche y Alicante "en señal de buena voluntad para un proceso congresual al alcance de todos los militantes".

Los dirigentes del campismo en Alicante piden por carta el apoyo de los afiliados

La decisión de los representantes campistas en la provincia de Alicante de no montar una estructura paralela a la del partido se realizó "tras consultar con la dirección regional del PP, que ha dado plenas garantías de neutralidad e imparcialidad". El anunció se realizó horas después de que el presidente provincial del PP de Alicante, Julio de España, convocase una reunión extraordinaria para hoy del comité ejecutivo para tratar "la gravedad" de la actuación de los

representantes del sector campista. Una actuación que incluyó duras críticas y dudas sobre la honestidad política de Julio de España y del secretario regional del PP y presidente de la Diputación de Alicante, Julio de España.

La actuación de Díaz Alperi, Hernández Mateo, Asencio y Ortuño provocó un hondo malestar en el sector zaplanista. Además del propio Julio de España, el portavoz parlamentario, Serafín Castellano, calificó la situación de "preocupante" y pidió "diálogo y tranquilidad". El portavoz adjunto del PP Rafael Maluenda calificó la actuación de los campistas de "atentado al buen funcionamiento democrático del PP" por poner en cuestión la "legitimidad" de la dirección provincial.

El vicepresidente del Consell, Víctor Campos, afín al presidente, había indicado a primero hora de la mañana que Francisco Camps "no tiene que autorizar ni desautorizar a nadie", tal y como el día anterior había reclamado el secretario regional y referente del zaplanismo en la Comunidad Valenciana, José Joaquín Ripoll.El presidente del PP alicantino, Julio de España, convocó ayer a la dirección provincial para evaluar a lo largo del día de hoy "la gravedad de los hechos". Fuentes del PP indicaron a última hora de la tarde que, previsiblemente, el comité ejecutivo provincial acordará la apertura de un expediente a los impulsores de la plataforma de apoyo a Camps por lanzar duras descalificaciones contra la actual dirección de Alicante

y montar una estructura paralela a la existente.

El anunció a primera hora de la noche de la plataforma campista de que no pondrá en marcha sus oficinas no borra, sin embargo, las duras descalificaciones vertidas contra Julio de España, José Joaquín Ripoll y los dirigentes zaplanistas. Los alcaldes de Alicante, Crevillent y Torrevieja, y el subdelegado del Consell en Elche, que el pasado martes iniciaron su ofensiva contra los zaplanistas con la presentación de un manifiesto en favor de la candidatura de Francisco Camps como presidente regional del partido, insistieron ayer en que su actuación "se hace conforme al reglamento de congresos y a los estatutos del partido".

La iniciativa de los campistas incluía la apertura de sedes paralelas con el objetivo de "salvaguardar los derechos de cualquier afiliado que quiera ser compromisario" ante "la falta de neutralidad de la dirección provincial del PP en anteriores comicios internos". Además de la presentación de la plataforma en apoyo a la candidatura de Camps, los munícipes y el subdelegado del Consell han remitido ya una carta a los afiliados reclamando el apoyo para el presidente de la Generalitat al margen de la dirección provincial, que desconoce cómo se han obtenido los datos de los afiliados que han recibido la misiva.

La actuación de los dirigentes del sector campista en Alicante encendió ayer todas las alarmas de los zaplanistas, que -a través del secretario regional José Joaquín Ripoll- pidieron en la noche del martes a Francisco Camps que desautorizase a los tres alcaldes y a Manuel Ortuño.

Durante todo el día de ayer, tanto Julio de España como Serafín Castellano y Rafael Maluenda, portavoz y portavoz adjunto el Grupo Popular, respectivamente, reconocieron la gravedad de lo sucedido en Alicante e hicieron llamadas a la unidad del partido, a la vez que insistían en que el apoyo a Francisco Camps es unánime.

El vicepresidente del Consell, Víctor Campos, también pidió a los responsables del partido un esfuerzo para continuar en la línea de unidad y cohesión de las últimas semanas. Sin embargo, Campos consideró que el presidente del Partido Popular en la Comunidad Valenciana "no tiene que autorizar ni desautorizar" a nadie, tal y como había reclamado el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll.

Para Campos, Francisco Camps "debe hacer lo que ha hecho hasta ahora que es defender la unidad, sumar voluntades y esfuerzos y conseguir que todos los representantes del partido se sientan cómodos y representados en los órganos de dirección del partido".

El secretario general del PP en Castellón, Víctor Campos, indicó que cada uno dentro de su libertad de expresión "puede emitir las opiniones que quiera dentro del máximo respeto personal a todo el mundo y también dentro de su partido", por lo que insistió en que "no hay nada más que matizar por parte del presidente".

Al final del día, sin embargo, los líderes del campismo en Alicante anunciaron que no pondrán en marcha las oficinas que habían montado en Elche y Alicante "tras consultar con la dirección regional del PP, que ha dado plenas garantías de neutralidad e imparcialidad".