Una ventana hacia la ciudad moderna

Enseñar a apreciar los edificios modernos, acabar con el rechazo que generan entre personas ajenas a ellos y dotar de relevancia al Día Mundial de la Arquitectura de la Unesco (el primer lunes de octubre), son los objetivos de los miradores de arquitectura, una iniciativa de la consejería de Obras Públicas y los colegios de arquitectos de las ocho provincias andaluzas en cuyas capitales permanecerán durante una semana estas estructuras que tratan de resaltar construcciones no comprendidas por todos.

Quienes ayer paseaban entre la parte trasera del Museo Picasso y las ruinas del Teatro Romano de Málaga se encontraron con un túnel de madera. El pasaje, de 16 metros de largo, conducía a una pequeña habitación en la que se podían sentar y observar a través de una ventana de 40 centímetros de lado. "Es como una postal, qué tranquilidad", decían algunos de los que disfrutaron de la experiencia. Objetos similares se han colocado en el parque de las Almadrabillas de Almería, el paseo de la Caleta de Cádiz, el puente romano de Córdoba, el parque de Zafra de Huelva, la plaza de las Batallas de Jaén, Puerta Real en Granada y la plaza de España de Sevilla.

Su estructura está formada por una sucesión de varillas de tablero aglomerado. La suma de las de los ocho miradores coincide con el número de arquitectos que trabajan en Andalucía (7.216) y, a través de ellas, pasa la luz. "Buscan llamar la atención, y que los ciudadanos se centren en un detalle de su ciudad, en este caso un cubo moderno que se conjuga con el Palacio de Buena Vista, un edificio del siglo XVI", explica el delegado de Obras Públicas en Málaga, José María Ruiz Povedano.

La iniciativa pretende, que quienes pasen por la zona se detengan y contemplen algo en lo que cotidianamente no reparan. "De entrada a la gente le sorprende, y se trata de que pregunten a la azafata por qué se ha seleccionado este fragmento de su ciudad y así lo conozcan mejor", afirma Alejandro Sánchez, coordinador del programa y uno de los autores de la iniciativa.

Atravesando el túnel, el visitante se aísla de todo lo que rodea esos rincones para que, al final, admire la construcción de manera independiente. Para entenderlo mejor, Sánchez pone un símil: "Tiene el mismo fin que el sorbete de jengibre que los japoneses toman tras cada plato para degustar con más intensidad el siguiente". Antonio Torrecilla, el arquitecto granadino que diseñó los miradores, siguió dos criterios a la hora de diseñarlos, según el coordinador. "Tenían que ser objetos efímeros [sólo se expondrán durante esta semana] que a la vez sea en sí mismo arquitectura contemporánea".

Obras Públicas pretende así dar relevancia a este día que muchos profesionales ni siquiera conocen. El año próximo y los siguientes se crearán estructuras diferentes con el fin de crear expectación. Pretenden que, cuando llegue el primer lunes de octubre, la gente se pregunte: "Este año, ¿con qué nos sorprenderán estos arquitectos?".