Los Mossos atienden 1.325 casos de violencia doméstica en L'Hospitalet

La Oficina de Atención a la Víctima de la comisaría de los Mossos d'Esquadra de L'Hospitalet se ha visto desbordada por los numerosos casos de violencia doméstica que se han atendido en la ciudad. En un año, el grupo encargado de estas cuestiones, formado por una cabo y tres agentes, ha atendido 1.325 casos, de los cuales más del 80% -un total de 1.064- derivaron en denuncia y en la detención de 458 personas.

A modo de comparación, en toda la provincia de Tarragona la Guardia Civil ha practicado en lo que va de año 257 detenciones por delitos en el ámbito familiar, la mitad que en L'Hospitalet. En la provincia de Girona, con más del doble de habitantes que L'Hospitalet, se han recogido en el primer semestre de este año 804 denuncias y se han producido 385 detenciones.

Cuando se cumple un año de la apertura de la comisaría de los Mossos d'Esquadra, el 1 de octubre de 2003, los casos de violencia doméstica representan cerca del 10% del conjunto de los delitos atendidos por la policía autonómica y los robos en la calle y los atracos son aún los más habituales en este municipio de casi 260.000.

Carme Barroso, cabo jefe de la Oficina de Atención a la Víctima de la comisaría de los Mossos d'Esquadra de L'Hospitalet, asegura sentirse "sorprendida" por el elevado número de casos que se dan en la ciudad. Proveniente de otras oficinas donde había desarrollado tareas similares, asegura que "nunca había atendido tantos casos como en L'Hospitalet", aunque también aclara que se ha de tener en cuenta el elevado número de habitantes de la ciudad.

Los agentes de la Oficina de Atención a la Víctima se encargan de atender directamente a posibles víctimas, a las que se entrevista para determinar si se ha producido una falta o un delito más grave, y se las informa de la posibilidad de tramitar una denuncia y las consecuencias del proceso judicial que se puede abrir a raíz de una detención. La víctima conoce a través de los agentes todas las opciones y decide por sí misma el camino que seguir. Según Barroso, la opción algunas veces es la separación conyugal por una situación de "crispación en la pareja, en la que se producen insultos o amenazas sin fundamento". En otras ocasiones hay denuncias que acaban por retirarse porque la víctima se siente presionada por diversas circunstancias, pese a lo cual el juez puede decretar una orden de alejamiento. En los casos que no llegan a denuncia, la oficina deriva igualmente a la víctima a servicios sociales de L'Hospitalet, como el CAID.

En este municipio, sin embargo, del conjunto de los casos atendidos en la oficina, más del 80% derivaron en denuncia. "Son casos en los que el individuo se afianza en el uso de la actitud violenta, sobre todo cuando la mujer plantea la cuestión de la separación, y normalmente se produce la detención". En la comisaría se toma declaración al agresor y pasa a disposición judicial a las 24 horas. Se le explica todo el proceso judicial. La gran mayoría de ellos no ingresan en prisión. A la víctima se la dirige a los servicios sociales y, en caso de que se decrete una orden de alejamiento, se le aconseja llevar siempre encima una copia de esta orden para facilitar los trámites policiales si es necesario.