Chirac promete un referéndum sobre el ingreso de Turquía

El presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, acordaron ayer una posición común sobre los asuntos que deben ser sometidos al Consejo Europeo de diciembre. Además de dejar "aparcada" la cuestión de los campos de inmigrantes en el norte de África, ambos dieron el visto bueno a la apertura de negociaciones de la UE con Turquía. Los dos insistieron en que la adhesión se producirá a largo plazo, intentando tranquilizar así a sus opiniones públicas.

Chirac aprovechó para anunciar que ha pedido al Gobierno una reforma de la Constitución francesa, a fin de incluir la obligatoriedad de un referéndum sobre la integración de Turquía en la UE "y sobre cualquier otra eventual ampliación posterior" de la comunidad europea. El presidente francés hizo ayer cuanto pudo para dar la impresión de que la apertura de negociaciones con Turquía representa poco más que una cuestión técnica y que la verdadera decisión política corresponderá al pueblo, cuando llegue el momento.

Los líderes de Francia y Alemania se pusieron de acuerdo en que el presupuesto comunitario debe limitarse al 1% del producto interior bruto (PIB) de la UE, rechazando implícitamente la propuesta de la Comisión para ampliarlo. También están de acuerdo en meterle mano al llamado "cheque británico", obtenido por Margaret Thatcher en 1984. "No se trata de actuar contra un país, sino de hacerlo a favor de Europa", argumentó Schröder. "Los regímenes de excepción que existen hoy día parece que no están adaptados a una gestión razonable de la Europa de mañana", alegó Chirac.

Debate cancelado

Por otra parte, un nuevo conflicto diplomático suscitado por Turquía a causa de Chipre provocó ayer que la Organización de la Conferencia Islámica suspendiera las jornadas de debate con la Unión Europea, que tenían que celebrarse el lunes y el martes en Estambul. Turquía invitó a estas jornadas al "Estado de la República de Chipre Norte", una entidad que sólo Ankara reconoce, y lo hizo cuando Chipre forma ya parte de la UE desde el 1 de mayo pasado.

Fue el Gobierno chipriota el que protestó de inmediato, por lo que la UE decidió boicotear unas jornadas que finalmente han quedado suspendidas. "Es malo para ellos y para nosotros, precisamente cuando más necesitamos el diálogo con los musulmanes", dijeron fuentes oficiales del Consejo.

En La Haya, de otro lado, el ministro turco de Justicia, Cemil Çiçek, reconoció ayer que, aunque las negociaciones de adhesión comiencen el año que viene, Turquía tiene que superar muchos problemas antes de entrar en la UE, como la existencia de torturas o las situaciones que provocan que miles de turcos sigan pidiendo asilo en Europa. "Tenemos aún por delante una larga etapa de negociación. Vamos a seguir trabajando estrechamente con la UE para resolver los problemas que tenemos. Estamos luchando contra cualquier tipo de tortura".

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que su país cumplirá con todos los requisitos de acceso a la UE y exhortó a políticos y ciudadanos europeos a hablar más de los beneficios que traerá "para todos" el ingreso de Turquía en la Unión. "En vez de acentuar siempre lo negativo, debería hablarse más de lo que puede aportar Turquía a la Unión Europea. Porque nuestro ingreso también supondrá ganancias", declaró Erdogan en una entrevista con el periódico alemán Der Tagesspiegel.