La Unión Europea estudia establecer campos de inmigrantes en el norte de África
Las organizaciones de derechos humanos critican la medida propuesta por la nueva Comisión
La Unión Europea se dispone a analizar una de las propuestas más polémicas de las últimas semanas. Los responsables de inmigración de los 25 países celebran mañana en La Haya un primer debate sobre la idea expuesta por el próximo comisario europeo de Justicia e Interior, Rocco Buttiglione, de crear en el norte de África campos de acogida de inmigrantes que pretenden entrar en la UE. Organizaciones de Derechos Humanos ya han puesto el grito en el cielo, pero Italia, Alemania, Austria y Reino Unido apoyan la idea, la presidencia holandesa no está en contra y a Francia no le gusta.
Los países de tránsito recibirían ayuda económica para gestionar los centros
El Gobierno de París, sin embargo, se declara dispuesto a hallar soluciones que reduzcan la presión migratoria hacia Europa.
Las voces más críticas hablan de "campos de concentración", pero en Bruselas ya se les ha bautizado oficialmente como "portales de inmigración". Se trataría de establecer en el norte de África (ya se ha mencionado a Libia y a Marruecos) centros donde mantener a los inmigrantes económicos que pretenden entrar en la Unión Europea. Estos países en tránsito recibirían ayuda de la UE para que se encargaran de gestionar los centros y también de devolver a sus países de origen a aquellos que vieran rechazada su solicitud de entrada.
La Comisión Europea recuerda que ya en marzo del año 2003 el Gobierno de Tony Blair hizo una propuesta similar que quedó enterrada tras un estudio de Bruselas que destacaba los obstáculos jurídicos que conllevaba. Sin embargo, un año después, la idea parece abrirse de paso.
A las opiniones vertidas por Buttiglione en agosto pasado se ha unido la voz del ministro alemán de Interior, Otto Schily, que ayer insistió en que es necesario que la UE se plantee seriamente este asunto, y la presidencia holandesa, según fuentes diplomáticas, podría facilitar las cosas centrando el debate sobre los inmigrantes y dejando fuera a los demandantes de asilo, cuyo tratamiento genera más obstáculos jurídicos a nivel internacional. Aquella primera propuesta británica metía a ambos colectivos en el mismo saco y, como explica un experto de la Comisión, tratar los flujos mixtos es demasiado complicado.
Francia tiene una visión de partida sobre este asunto más bien negativa, pero en una reciente entrevista al ministro de Interior, Dominique de Villepin, éste explicaba: "Nuestra convicción es que necesitamos estudiar todas las soluciones capaces de reducir los flujos migratorios manteniendo al mismo tiempo la preocupación sobre su eficacia y su humanidad".
En efecto, retener a los inmigrantes en países en tránsito no implica graves obstáculos jurídicos, pero sí suscita recelos morales. "¿Cómo va a garantizar Europa que esos inmigrantes disfruten de los estándares sociales y la protección de derechos europeos a personas que están fuera de nuestras fronteras?", se pregunta una experta en inmigración.
La Federación Internacional de las Ligas de Derechos Humanos ha puesto el grito en el cielo, aunque al mismo tiempo hace un llamamiento a la UE para que afronte este problema de forma conjunta y solidaria. Los nuevos países de la UE están sufriendo una gran presión migratoria que no pueden resolver por sí solos, pues se calcula que cada año intentan entrar en la UE medio millón de inmigrantes sin papeles. En Malta, por ejemplo, la detención de los inmigrantes ilegales es sistemática. Los países bálticos y Austria pidieron recientemente a Ucrania que estableciera uno de estos "portales de inmigración".
El Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU, Ruud Lubbers, también preocupado por este asunto, seguirá en directo el debate de los ministros europeos por videoconferencia. Holanda asegura que no va a presentar todavía ninguna propuesta formal para resolver este asunto, pero fuentes diplomáticas señalan que se está barajando la idea de iniciar en breve plazo proyectos piloto.
Previamente a ese debate, los ministros de Interior y Justicia de la UE celebran hoy en La Haya un encuentro con el fiscal general de Estados Unidos, John Ashcroft, y Asa Hutchinson, subsecretario de Estado del departamento de Seguridad Interior para las Fronteras y el Transporte. Ambas partes tratarán problemas comunes de terrorismo, seguridad del transporte aéreo y el nuevo sistema denominado US-VISIT, que entra precisamente hoy en vigor y que impondrá a los europeos la obligación de facilitar sus huellas dactilares y su foto digital en los puestos fronterizos de entrada al país para mejorar el control de sus fronteras contra el terrorismo.
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