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EL DEBATE DE POLÍTICA GENERAL EN CATALUÑA

Maragall propugna que Cataluña como nación se implique en la España plural

Francesc Valls

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, reiteró ayer su apuesta por la participación de Cataluña en la España plural que ha dibujado el Gobierno de José Luis Rodríguez. Por primera vez en 24 años, de labios de un presidente de la Generalitat, una declaración de afirmación catalanista compartía discurso con el reconocimiento de la voluntad de diálogo por parte de un Gobierno central. Así se iniciaba el debate de política general que por primera vez protagonizó Maragall. "Cataluña es una nación; quisiera que de tan natural, esta expresión dejara de enojar a unos y de sobreexcitar a otros", subrayó el presidente de la Generalitat.

Fue un discurso que no sobresaltó. En buena medida desde el Gobierno se había ido filtrando su contenido. Y Maragall no improvisó: leyó disciplinadamente los 48 folios de su discurso durante 130 minutos, sin apenas incisos de cosecha propia. Comenzó con una defensa del Gobierno tripartito como apuesta estratégica, con la decidida voluntad, dijo, de pasar página de 23 años de nacionalismo pujolista. Ese nuevo Ejecutivo surgido del Pacto del Tinell supone el triunfo del "patriotismo civil", una cultura cívica compartida frente al nacionalismo conservador, que se ha atrincherado tras "una ideología que divide y separa", aseguró. Ese escenario de la unidad cívica es el que pretenden crear dos partidos federalistas -PSC e Iniciativa per Catalunya- y uno independentista -Esquerra Republicana- que, a juicio del presidente de la Generalitat, dan "la máxima base social al catalanismo" y cuyo acuerdo es expresión de "la voluntad social de un giro progresista", que supone transparencia en todas las instancias de la Administración pública, incluyendo la reforma de la Sindicatura de Cuentas.

El presidente alaba al Gobierno central por su actitud positiva, no exenta de "algunos patinazos"
Maragall dice que los desafíos son "más maestros, más médicos, más inversión en los barrios"
"Somos siete millones; la Cataluña de los seis millones está superada"
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Para el presidente de la Generalitat, el Ejecutivo tripartito va más allá de romanticismos identitarios: "Mi Gobierno trabaja sobre la base de que somos siete millones; la Cataluña de los seis millones [eslogan de la Generalitat convergente] está superada", dijo en relación a la inmigración que ha llegado en los últimos años a Cataluña, fenómeno de mestizaje que percibió como positivo. Los desafíos ahora son "más maestros, más médicos, más enfermería, más inversión en los barrios, más cultura" en la nueva Cataluña que, de acuerdo con el discurso de Maragall, cuenta desde agosto pasado con 7.056.988 tarjetas sanitarias. La política social y el autogobierno no están reñidas "como afirman algunos", para anudar esas reivindicaciones con las de un nuevo Estatuto y mejora de financiación.

Las medidas que el presidente de la Generalitat enunció ayer (ver la página siguiente), quieren ser el buque insignia del Gobierno tripartito, las políticas que marquen el cambio respecto a la etapa anterior. La situación, tal como ayer la definió Maragall, es de cambio, que ha convergido con otro cambio en España, lo que da "una oportunidad a Cataluña". Y ahí el presidente catalán reconoció las virtudes de Rodríguez Zapatero, que ha realizado "el único intento serio para el reconocimiento de la lengua catalana en la Unión Europea"; ha retirado cinco recursos de inconstitucionalidad contra leyes catalanas; ha desbloqueado los traspasos de competencias y ha adoptado compromisos en infraestructuras. "En el Gobierno español hemos encontrado actitudes positivas: respeto y voluntad de diálogo. También algunos patinazos evidentes y quizás hasta ahora inevitables, sin duda", sentenció desde la tribuna de la Cámara el presidente en el primer día de debates, que concluirán mañana.

Y es en ese contexto de diálogo, el Gobierno de Maragall está dispuesto ha jugar sus cartas y a intentar que Cataluña recupere el protagonismo perdido en España, desde las épocas en que el nacionalismo gobernante miraba más hacia adentro hacia afuera. "La pérdida de influencia de Cataluña en España se ha ido haciendo cada vez más evidente, por ello propongo hacer efectiva la voluntad de Cataluña de influir en la política y en la economía españolas con todas sus consecuencias". Eso significa, de acuerdo con el discurso de Maragall, "implicarse para codecidir".

En esta serie de codecisiones, el presidente de la Generalitat enumeró cuestiones institucionales como la participación catalana en la Unión Europea o la participación en instituciones del Estado como el Tribunal Constitucional. Asimismo subrayó las voluntad del Ejecutivo autonómico de tomar parte en la gestión de organismos económicos y empresas del Estado: AENA, Renfe, Tribunal de Defensa de la Competencia o Banco de España. En el capítulo de nuevas peticiones, Maragall incluyó la propuesta de ubicar en Cataluña la sede del futuro Consejo del Audiovisual de España.

La disposición del Ejecutivo central es buena para dialogar sobre esas peticiones, concluyó Maragall . Ese clima de concordia no evitó que reivindicara el reconocimiento a las nacionalidades históricas en la reforma constitucional, al tiempo que tendía la mano al PP en lo que a la reforma del Estatuto se refiere. Un gesto que los populares catalanes agradecieron. "En el Estado tenemos un presidente que se ha comprometido a aceptar el texto que salga de esta Cámara. En ese aspecto no podemos estar mejor. La mejor garantía para que el Estatuto sea aprobado por las Cortes Generales no es un pacto con los partidos españoles, que si que es importante, lo más decisivo es que el Estatuto sea fruto del más amplio acuerdo de los catalanes, porque es imposible decir no a un acuerdo unánime de esta Cámara", dijo y agregó: cuando la unidad de los catalanes se ha manifestado de manera inequívoca, Cataluña ha triunfado".

El otro gran objetivo, la mejora de la financiación tuvo también capítulo de honor: "Cataluña no quiere privilegios" y aspira a un sistema similar, en cuanto a resultados a medio plazo con el concierto de las comunidades de régimen foral, a juicio de Maragall. Y para ello precisa, enumeró. Agencia Tributaria propia y la participación en todos los impuestos: cedidos y compartidos.

Pasqual Maragall (de espaldas), al término del debate de política general, frente a Artur Mas.
Pasqual Maragall (de espaldas), al término del debate de política general, frente a Artur Mas.TEJEDERAS

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