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EL DEBATE DE POLÍTICA GENERAL EN CATALUÑA

CiU reprocha al presidente que se anime sólo al hablar de España y del PSOE

Enric Company

Por vez primera en 24 años, el discurso de apertura del curso parlamentario en Cataluña contuvo numerosas alusiones positivas del presidente de la Generalitat al Gobierno de España, que ya no fue presentado como el adversario al que hay que resistir o, cuando más, al que hay que arrancar concesiones, sino como un aliado. Este cambio de enfoque, que contrastaba con el que daba Jordi Pujol a sus intervenciones parlamentarias, fue vivamente criticado por el portavoz de Convergència i Unió (CiU), Felip Puig, quien reprochó al presidente Pasqual Maragall que "sólo le hemos visto animado cuando hablaba de la España plural y de su relación con el Gobierno del PSOE".

Maragall había hablado de la "gran oportunidad" que representa la afinidad política entre los Gobiernos de España y de la Generalitat. Puig definió esta situación política como "un gran riesgo" por la "extraordinaria concentración de poder" en manos de los socialistas.

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Agravios viejos y nuevos

En su primera valoración del discurso de Maragall, el portavoz de CiU le recriminó que no aludiera a los elementos de agravio para Cataluña que a su juicio crea la actuación del Gobierno de Rodríguez Zapatero. El Gobierno del PSOE, dijo el portavoz de CiU, "otorga privilegios a Andalucía, Madrid o el norte de España" con el anunciado crédito extraordinario para la deuda andaluza, el aeropuerto de Barajas o los problemas de los astilleros".

Puig agregó a estos agravios los que CiU carga en la cuenta del PSOE en la etapa anterior a los Gobiernos del Partido Popular: un bloqueo de 12 años al despliegue de la policía autonómica y el retraso en la construcción del tren de alta velocidad.

El grupo parlamentario de CiU participa por vez primera en este debate como partido de oposición, tras haberlo hecho siempre desde 1980 como partido de Gobierno. El disgusto por esta situación se puso de manifiesto por su resistencia a aceptar la ordenación del debate decidida por la Mesa del Parlamento, en la que se ha previsto que hoy intervenga el conseller en cap, el republicano Josep Bargalló, antes de que se inicie el turno de los grupos parlamentarios.

La Mesa del Parlamento ha rechazado estos últimos días las repetidas peticiones de CiU para que Bargalló no interviniera antes que el líder del primer grupo de la oposición, Artur Mas. Ayer por la tarde, el grupo de CiU presentó una queja al Síndic de Greuges, el equivalente catalán al Defensor del Pueblo, ante lo que considera "un sumisión del legislativo a los intereses del Ejecutivo".

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