El huracán Jeanne deja sin luz a más de un millón de personas en Florida
El Estado ha sufrido cuatro ciclones en el último mes y medio
Después de matar a más de 1.500 personas en Haití, el huracán Jeanne hizo un bucle en el Atlántico en dirección a Florida y remató las zonas ya devastadas en este Estado por otros tres huracanes en el último mes y medio. Jeanne tocó tierra antes de la medianoche del sábado en Hutchinson Island, al norte de Palm Beach, y dejó sin electricidad a más de un millón y medio de personas.
Ayer el huracán cruzaba el centro de la península con rumbo noreste e iba barriendo y mojando lo que encontraba a su paso en un diámetro de unos 650 kilómetros.
Los mayores destrozos se produjeron en los anillos cercanos al vórtice, desde Stuart a Melbourne, particularmente en las dos ciudades más azotadas por el huracán Frances hace un mes, Fort Pierce y Vero Beach. Esta última amaneció como Venecia, sumergida en más de un metro de agua debido a que el suelo de la zona está ya tan saturado de las tormentas anteriores que no puede absorber más lluvia.
Los vientos de 200 kilómetros por hora hicieron volar como proyectiles los escombros de los huracanes anteriores, aún sin recoger. Los residentes del centro y sur de la costa este no habían tenido tiempo de reconstruir sus viviendas después del ciclón Frances, muchos de ellos todavía sin techo o con serios desperfectos vieron como la lluvia penetraba y les destruía lo que salvaron del anterior huracán. Tampoco habían podido reponerse psicológicamente, y esa es la peor secuela.
El azote impenitente de cuatro huracanes en seis semanas ha puesto a prueba la resistencia sicológica de los floridanos, porque directa o indirectamente todos han sido afectados. Unos porque les ha tocado y otros porque de todas formas han tenido que proteger sus casas, tapiando puertas y ventanas por si pasan o se desvían, como ocurrió con el primero, Charley. Gran parte de la población padece "Fatiga de huracán", un nuevo término médico acuñado especialmente esta temporada ciclónica, la más activa en los registros del Centro Nacional de Huracanes.
Ese cansancio hizo que cerca de 50.000 floridanos de los dos millones que estaban bajo órdenes de evacuación se negaran a abandonar sus casas, desoyendo el llamamiento del gobernador Jeb Bush: "Estoy tan cansado como ustedes de nuestro infortunio, pero esta no es la hora de la desesperanza ni de bajar la guardia". Bush pidió ayer a su hermano, el presidente, que declarara por cuarta vez a Florida zona de desastre.
Es la primera vez desde 1886 que cuatro huracanes sacuden en tan poco tiempo a un mismo Estado. En el siglo diecinueve ocurrió en Tejas. Y nunca antes se había registrado dos huracanes con una ruta casi idéntica en un mes y en la misma zona como ha sucedido con Frances y Jeanne, explicaba ayer sorprendido el director del Centro nacional de Huracanes Max Mayfield.
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