Sostenibilidad y calidad, factores claves para el desarrollo futuro

La celebración del Día Mundial del Turismo, que se conmemora hoy bajo el lema "Turismo y Deporte: dos fuerzas vivas al servicio de la comprensión mutua, la cultura y el desarrollo de las sociedades", supone una magnífica oportunidad para que todos nos detengamos un momento y reflexionemos sobre la necesidad de consolidar el turismo como un sector clave para el desarrollo futuro de nuestra tierra, desde la sostenibilidad, la calidad y la diferenciación.

En principio, como máximo responsable del turismo y del deporte en Andalucía, quiero destacar los lazos que unen a ambas actividades como elementos de entendimiento entre culturas, de tolerancia, de conocimiento, de intercambio y de convivencia; hechos que debemos tener presentes y poner en valor en el diseño de las nuevas estrategias turísticas. Con este objetivo tenemos previsto desarrollar un programa de turismo deportivo que permita dar soporte a una demanda creciente, en la que podemos ser pioneros, y estimular la inversión en infraestructuras que mejoren la calidad de vida de la sociedad.

A pesar del crecimiento económico del sector turístico, existen circunstancias que generan incertidumbres

Así, y aprovechando el hito que nos brinda este día, quisiera hacer una reflexión sobre el panorama del turismo en Andalucía, los retos y oportunidades que se derivan del ámbito internacional y las políticas que estamos emprendiendo para mantener un claro liderazgo en el sector turístico.

Anualmente Andalucía recibe más de 20 millones de turistas que proporcionan unos ingresos de 14.000 millones de euros y generan más de 200.000 empleos directos. Pero además, el turismo tiene un efecto arrastre sobre el resto de sectores económicos que permite que la aportación al PIB y el empleo sea todavía mayor.

Los recursos turísticos son abundantes, integrando activos diversos, como los más de 900 kilómetros de litoral, más de millón y medio de hectáreas de espacios protegidos, las huellas de las distintas civilizaciones que han dejado un inmenso legado en la mayoría de nuestros pueblos y ciudades, una gastronomía variada o las fiestas y tradiciones reconocidas internacionalmente. Pero todo ello no tendría ningún valor si no fuéramos una tierra de sol, de acogida, de bienestar, de modernidad y de progreso.

Desde este punto de vista el turismo se convierte en uno de los pilares fundamentales sobre los que se ha de basar el crecimiento futuro y la modernización de Andalucía.

A pesar del crecimiento económico del sector turístico en los últimos años, así como de las buenas perspectivas para el turismo mundial (se estima que en 15 años se duplicará el número de turistas internacionales), existen circunstancias que generan ciertas incertidumbres.

Aspectos como la delicada situación geopolítica, la economía de nuestros principales mercados emisores, el encarecimiento del precio del petróleo, el desarrollo de nuevos destinos que compiten con Andalucía, los cambios en los hábitos de consumo o la generalización del uso de las nuevas tecnologías son elementos que debemos saber gestionar para transformar los riesgos en oportunidades.

Nuestro sector turístico se enfrenta a este panorama desde la calidad y cantidad de nuestros productos e infraestructuras; la pertenencia a un mercado de 450 millones de consumidores bajo unos mismos criterios de seguridad, sanidad y moneda común; el elevado grado de satisfacción de nuestros turistas y la presencia de nuevos mercados emergentes como el chino, con altas tasas de crecimiento (20% anual) y que proporciona a nivel internacional más de 20 millones de turistas anuales. Éstas son algunas de las fortalezas que debemos saber aprovechar avanzando en la mejora de la calidad y diversidad de nuestros servicios y en la participación de las distintas instituciones, de los agentes del mercado turístico y de la propia sociedad andaluza.

Debemos, sobre todo, creer en las posibilidades de nuestro sector turístico, de nuestros trabajadores, de nuestros profesionales, sin olvidar uno de los mayores valores que poseemos, que no es otro que el de ser un pueblo hospitalario y abierto al visitante, un pueblo que consigue que aquel que viene a Andalucía se sienta en su propia casa.

En todo caso, queda un arduo trabajo por hacer, en el que como siempre, Andalucía debe ir un paso por delante de los demás. Desde el Gobierno andaluz se trabaja ya en la preparación de una amplia batería de acciones en materia promocional, tecnológica y de planificación, tendentes a la consolidación de nuestra posición de liderazgo.

En este sentido la consejería desarrolla tres planes de actuación: plan de promoción y comercialización turística dirigido a mejorar la eficiencia y la rentabilidad de las acciones promocionales con el fin de aumentar nuestra cifra de negocio; plan de calidad e innovación que tiene como objetivos mejorar la oferta, aplicar las nuevas tecnologías y realizar previsiones que permitan anticiparse a los cambios; y el plan de competitividad y diversificación para lograr una ordenación de la oferta equilibrada que permita avanzar en la sostenibilidad económica de la actividad turística y el acceso a los nuevos mercados.

Tareas como la coordinación entre organismos en materia de infraestructuras y ordenación del territorio; el fomento de un modelo participativo que implique al sector; la creación de la unidad de prospectiva como herramienta para mejorar el conocimiento del sector y anticiparnos a los cambios; la utilización imaginativa de las nuevas tecnologías; la exploración de nuevos mercados y el marchamo de calidad en nuestro producto son piedras angulares del nuevo proyecto.

Si de este planteamiento participamos todos tendremos mucho camino ganado, porque turismo somos todos los andaluces.

Paulino Plata Cánovas es consejero de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía.