Los hoteles andaluces lideran el crecimiento de las estancias

El movimiento hotelero en los dos meses centrales del verano creció en Andalucía notoriamente más que en las principales comunidades turísticas de España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las pernoctaciones en hoteles aumentaron en julio y agosto un 5,3% respecto al mismo periodo del año anterior, y el descenso en el flujo de turistas extranjeros quedó compensado con el excelente comportamiento del mercado nacional.

La Encuesta de Ocupación Hotelera del INE deja datos satisfactorios que disipan los temores con los que el sector afrontó un verano que se ha caracterizado por la confusión derivada de las manifestaciones e interpretaciones contradictorias. Entre julio y agosto se alojaron en los hoteles andaluces 998.181 viajeros, un 4,7% más que el verano de 2003, que produjeron 9.598.184 pernoctaciones.

Si bien comunidades como Baleares, Cataluña o Canarias registraron incrementos superiores a Andalucía en la afluencia de turistas, la evolución de las estancias no tiene parangón en estos destinos. Las pernoctaciones en los hoteles andaluces aumentaron un 5,3%, mientras en Cataluña lo hicieron en un 0,9% y en Baleares un 0,4%. En Canarias permanecieron prácticamente inalterables, y en la Comunidad Valenciana descendieron un 1%.

La menor dependencia de Andalucía del turismo extranjero explica esta diferencia de comportamiento, ya que se mantiene como el destino preferido por los viajeros españoles. La quinta parte de las estancias de turistas nacionales se realizan en establecimientos andaluces, y el 1.670.655 contabilizado entre julio y agosto supone un 11% más que en 2003.

Descenso extranjero

El turismo internacional por el contrario mantiene la tendencia descendente de los últimos meses. Por primera vez desde 1993, el número de extranjeros alojados en hoteles descendió en julio y agosto, meses en los que se contabilizaron 89.042 estancias menos que el año pasado, con un descenso del 9%.

La situación afecta especialmente a la Costa del Sol, donde las estancias de viajeros extranjeros cayeron un 17%. Tanto los responsables del sector como de la administración rechazan que el modelo de sol y playa esté agotado y, aunque reconocen la necesidad de reorientar estrategias y mejorar la oferta, atribuyen el descenso a la coyuntura económica internacional, a la competencia de destinos más baratos en el Mediterráneo y en el Caribe, favorecido por la fortaleza del euro. El descenso del turismo extranjero fue también sensible en Sevilla y Granada.

Por el contrario, destinos de sol y playa que tienen su principal bolsa de clientes en el mercado nacional conocieron crecimientos espectaculares en el movimiento hotelero como Huelva (40%) y Cádiz 20%). El índice de ocupación de plazas, 70%, bajó dos puntos.