Erdogan vuelve a Ankara entre críticas y elogios
El Parlamento turco celebrará mañana una sesión extraordinaria para sancionar una reforma del código penal que elimine las dificultades esgrimidas desde sectores de la UE a la entrada de Turquía en la Unión. En medio de una tormenta política, los parlamentarios discutirán sobre la reforma de un texto que ya tiene 78 años de antigüedad y se inspiró en el existente en Italia durante el régimen de Benito Mussolini.
El texto ya debía haber sido aprobado por el Parlamento el pasado día 16, pero entonces el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, decidió retirarlo en el último momento, supuestamente para introducir un artículo en el que se penalizaba el adulterio.
"Erdogan ha creado la crisis", acusó ayer Haluk Koc, un dirigente del Partido Republicano del Pueblo (en la oposición y de corte socialdemócrata). "Ha sido él quien ha hecho el daño y es él quien debe repararlo". Y prosiguió: "Convoca al Parlamento turco después de pasar por Bruselas, y en nombre de la democracia mantiene un sistema monárquico en Turquía". Koc resaltó que Turquía se prepara para una posible negociación de ingreso en la Unión Europea "después de sufrir una pérdida de credibilidad que no merecía".
Ante la teórica paz alcanzada entre Bruselas y Ankara, la casi totalidad de medios de comunicación no ahorran elogios a Erdogan, al que hacen responsable de una crisis que ha podido suponer un golpe mortal para las aspiraciones europeístas turcas. "Soberbio resultado", titulaba el diario Vatan, que señalaba que "Erdogan ha desarmado una crisis provocada por él mismo".
Los turcos recuerdan que en los momentos de más áspero enfrentamiento sobre la polémica reforma, el primer ministro había llegado a decir a sus homólogos europeos que el Código Penal era un asunto interno. "Nosotros somos turcos y nosotros decidimos", recalcó.
"Salvo accidentes de última hora, Turquía se sentará el próximo año a la mesa de negociaciones para el ingreso en la UE", señalaba, por su parte, el diario Hurriyet, que advertía que existen asuntos mucho más importantes que el adulterio o las declaraciones de principios del tipo "nosotros somos los turcos", como son la agricultura o la seguridad social.
